Este domingo, día 30 de enero, hay un bonito motivo para celebrar en el Palacio de la Zarzuela: Su Majestad el rey Felipe VI cumple 54 años. A pesar de tener la agenda despejada de actos institucionales y de ser un día, en general, festivo para muchos españoles -también para él-, no se sabe a ciencia cierta qué planes de ocio podría llevar a cabo.
Los asuntos relativos a la privacidad de la Familia Real no son competencia de Casa Real ni su gabinete de comunicación informa jamás de ellos. Pasar la barrera de los 50 siempre es especial en la vida de cualquier persona. No menos en la de un Rey. De hecho, al cumplir tan simbólica cifra, en enero de 2018, Felipe VI compartió con su patria imágenes nunca antes vistas de instantes con su esposa, la reina Letizia (49), y sus hijas, la princesa Leonor (16) y la infanta Sofía (14).
Por primera vez en la historia, las cámaras se colaban en las bambalinas del día a día del jefe del Estado y se le podía ver desde ensayando su discurso tradicional de Navidad, como soberano, hasta almorzando con las tres mujeres de su vida en uno de los salones de su hogar, en el Pabellón del Príncipe, como marido y padre, mientras hablaba de los exámenes de las infantas y tomaban sopa de verduras.
Hace justo dos años, apenas mes y medio antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (49), decretase el estado de alarma sanitaria por la pandemia de coronavirus, EL ESPAÑOL cazaba al rey Felipe celebrando su 52 cumpleaños en una taberna andaluza con amigos y sin la presencia de la Reina.
Sus 54, en cambio, se presentan diferentes. Felipe da una nueva vuelta al Sol y sopla las velas de su tarta real con un escenario muy distinto al del año anterior, especialmente en el plano íntimo, familiar, en la parcela a la que muy pocas personas tienen acceso.
1. La ausencia de Leonor
Desde que Felipe de Borbón se convierta en padre en octubre de 2005, hace ya casi 17 años, no ha habido celebración de su día más señalado que no haya pasado junto a su primogénita, la princesa de Asturias. Hoy, Leonor se encuentra formándose como una de las estudiantes del prestigioso UWC Atlantic College de Gales, a 1.835 kilómetros de distancia de su padre.
El 30 de enero de 2018, con motivo del 50 cumpleaños del Rey, el jefe del Estado y la heredera protagonizaron un momento histórico. Ante la presencia del rey emérito Juan Carlos (84) y la reina Sofía (83) en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, Felipe entregó a la princesa de Asturias el Collar de la Orden del Toisón de Oro, la más alta distinción que puede entregar la Corona y el Reino de España.
2. El regreso del emérito
La vuelta a España del rey emérito es otra de las grandes angustias de Felipe VI, que tiene que ponderar, una vez más, encontrándose en la dicotomía de ser rey y ser hijo. Este mismo mes de enero, Juan Carlos cumplía 84 años y lo hacía, por segunda vez, en Abu Dabi, donde vive exiliado desde agosto de 2020 por sus presuntas irregularidades del pasado en el extranjero.
Juan Carlos barajó viajar a España antes de concluir 2021, cuando todo apuntaba a que la Fiscalía iba a archivar a mediados de diciembre las tres investigaciones sobre sus fondos fuera de España. Sin embargo, la prórroga de las pesquisas por otros seis meses, que no necesariamente han de agotarse, pospuso su vuelta, que desde el Gobierno y la Casa Real dan por hecho que no tendrá lugar antes de que la Fiscalía concluya sus diligencias.
3. La infanta Cristina
No van demasiado despacio las cosas de palacio en este caso, sino más bien todo lo contrario. Si en Navidad una revista publicaba unas imágenes familiares de la infanta Cristina (56) y Urdangarin (54) juntos en Baqueira con sus cuatro hijos, tan sólo días después, otra publicación daba salida a un reportaje del exduque de Palma agarrado de la mano de otra señora que no era la hermana de Felipe VI.
La última de las angustias del Rey, que vio antes un día antes que el resto de España las fotografías de su cuñado y su nueva pareja, Ainhoa Armentia (43), paseando por una playa de Bidart sin que se anunciase la separación de la infanta Cristina.
Felipe VI, que como cabeza de la institución despojó a su hermana del título de duquesa de Palma de Mallorca cuando el juez Castro (75) la sentó en el banquillo de los acusados por los negocios en común con su marido y que le retiró la palabra, al menos en público, para proteger a la Corona, se encuentra ahora con la estampa de una Cristina rota de dolor por el desamor de Iñaki.
Felipe cumple 54 años sin su primogénita a su lado, con el delicado regreso del rey emérito oteando en el horizonte y con un nuevo divorcio en el núcleo duro de su familia, de la que siempre se espera, por sus principios básicos, transparencia y ejemplaridad.
[Más información: Cristina de Borbón, la infanta humillada: todo a lo que renunció por amor a su 'príncipe' Urdangarin]
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