En los últimos años, Camilla de Cornualles (75 años) consiguió ganarse el cariño y la aprobación de su suegra, la reina Isabel II, quien falleció este jueves, 8 de septiembre de 2022, a los 96 años de edad.
Tras sufrir rechazo y ser despreciada por parte del pueblo británico y la monarquía, Camilla consolidó su imagen dentro de la Corona y se convirtió en un gran apoyo para la soberana, que el pasado 6 de febrero, con motivo de sus 70 años en el trono, la homenajeó con unas emotivas palabras.
"Cuando, en la plenitud de los tiempos, mi hijo Carlos (73) se convierta en Rey, sé que le darán a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me han dado a mí; y es mi sincero deseo que, llegado ese momento, Camilla sea conocida como reina consorte, mientras continúa con su propio servicio leal", expresó Isabel II a través de un comunicado oficial, difundido el día que se celebraba su Jubileo de Platino.
Ese día ha llegado siete meses después de aquel comunicado. El triste fallecimiento de Su Majestad ha convertido a Carlos en el nuevo Rey de Inglaterra y a su mujer, Camilla de Cornualles, en reina consorte.
La buena sintonía entre ambas se hizo visible en los últimos años de vida de Isabel II. Sin embargo, su relación no siempre fue la más cordial. Por mucho tiempo, Camilla se mantuvo en la sombra de la monarquía e incluso, fue excluida de Palacio.
En la década de los 70, cuando era novia del príncipe Carlos, la soberana y Camilla tenían una relación cercana. Lo mismo ocurrió durante su posterior matrimonio con Andrew Parker-Bowles, quien era ahijado de la Reina Madre, Isabel Bowles-Lyon. Sin embargo, cuando comenzó su romance secreto con el nuevo Rey de Inglaterra, la duquesa de Cornualles no fue vista con buenos ojos por Su Majestad. Entonces, la monarca británica no aprobaba su relación y rechazaba su asistencia a los actos oficiales.
Según el libro Rebel Prince: The Power, Passion and Defiance of Prince Charles, de Tom Bower, en alguna ocasión Isabel II le comentó a Carlos que no perdonaría a Camilla por no dejarlo tranquilo ni permitirle arreglar su relación con Lady Di. Además, le reprochó por mantener una relación extramatrimonial con "esa mujer malvada" y "astuta amante". "No quiero tener nada que ver con ella", expresó la monarca.
En 1998, Isabel II y el duque de Edimburgo evitaron asistir a la fiesta que su primogénito dio en Highgrove House para celebrar su 50 cumpleaños, debido a la asistencia de Camilla. Y es que a la Reina le resultaba ofensivo el idilio de su hijo con su amante, una figura a la que mantenía apartada.
"Para Su Majestad ella no existía", llegó a comentar uno de los asistentes de la fallecida monarca en el año 2000, cuando evitó que la duquesa de Cornualles conociera a Constantino II de Grecia (81) en la celebración de su 60 cumpleaños. Una situación similar ocurrió dos años más tarde en el funeral de la Reina Madre. Isabel II aceptó que Camilla asistiera al último adiós de la monarca en calidad de su amiga. En ningún caso, como la compañera del príncipe Carlos. Pese al rechazo, aquel triste desenlace dio pie a que ambas comenzaran a llevarse mejor.
Para muchos, el fallecimiento de la Reina Madre, quien también se oponía rotundamente al romance entre su nieto y Camilla, fue lo que mejoró la relación de Isabel II y la también condesa de Chester. En 2005 la fallecida monarca aprobó su matrimonio con Carlos, a pesar de que el día de la celebración la ignoró por completo -este ha sido uno de sus mayores desplantes-.
Con el paso del tiempo, Isabel II y Camilla comenzaron a compartir protagonismo en diferentes actos oficiales, donde se les vio intercambiar confidencias y gestos de cariño. La esposa del príncipe Carlos dejó de ser una mujer rechazada por la Corona y comenzó a recibir de la soberana británica importantes honores que confirmaron su auge dentro de la Familia Real: ser Miembro de la Real Orden Familiar de Isabel II (2007), la Gran Cruz de la Real Orden Victoriana (2012) y la de Orden de la Jarretera (2021). Hoy es reina consorte.