David Matthews, suegro de Pippa Middleton (38), la hermana de la duquesa de Cambridge, ha vuelto a situar a la Familia Real británica en el punto de mira. Si bien él mismo no pertenece a la Casa Real, tan solo el hecho de formar parte del entorno de Isabel II (96) ha provocado que la monarca se vea una vez más en el centro de la polémica.

El caso se remonta al año 2018, cuando el empresario fue detenido, interrogado e imputado por la justicia francesa tras supuestamente haber violado a una mujer entre los años 1998 y 1999. La denunciante era una de sus sobrinas, que le acusaba de haber abusado de ella en dos ocasiones, cuando era una adolescente, primero en París y después en la isla caribeña de Saint Barts, donde es propietario del hotel de lujo Eden Rock.

En aquel momento, el suegro de Pippa pasó dos días bajo custodia policial antes de ser llevado ante el juez para conocer si debía propiciarse finalmente un juicio. Fue entonces cuando todo se paralizó debido a retrasos judiciales y a la pandemia del coronavirus. Sin embargo, casi cuatro años después la maquinaria ha vuelto a ponerse en funcionamiento y, según desvela el Daily Mail, David Matthews ha sido interrogado en dos nuevas ocasiones, el 16 de junio y el 7 de diciembre del pasado 2021.

Pero esta no es la última novedad. Un portavoz de la corte de París confirmó el pasado viernes 22 de abril que el caso se encuentra "en curso", aunque de momento "no se ha fijado una fecha para la audiencia".

Por su parte, el empresario se ha negado a realizar comentarios sobre las acusaciones, pero su entorno ha afirmado que su sobrina le está "tendiendo una trampa" para "causar vergüenza a la familia". Unas declaraciones totalmente opuestas a las del padre de la joven, que durante una entrevista con el medio MoS ha dicho: "La idea de que esté haciendo esto por una compensación económica u otra razón que no sea la búsqueda de justicia es totalmente errónea". 

De momento no se conocen nuevos detalles del caso, pero la justicia francesa tiene un plazo de 30 años para la prescripción de los delitos por abuso sexual, de ahí que este asunto aún esté en fecha.

Como era de esperar, la Familia Real británica no se ha pronunciado al respecto, ya que es un tema que no les afecta de manera directa pues se trata de la familia del cuñado de Kate Middleton (40). Sin embargo, es una preocupación añadida para la reina Isabel, que en los últimos meses ha visto debilitada la institución por el escándalo sexual -ya resuelto- del príncipe Andrés (62), que estuvo implicado en el caso Epstein y fue acusado de violación.

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