El príncipe Moulay Hassan de Marruecos, el primogénito del rey Mohamed VI (58 años) cumple 19 flamantes años este domingo 8 de mayo. Un día más que especial para el futuro soberano alauí, que llega en un momento clave para la cultura árabe, pues el pasado lunes las explanadas de las principales mezquitas del país, así como otros lugares al aire libre preparados para la ocasión -y conocidos como musal-la-, acogieron a miles de fieles en un rezo colectivo para concluir su mes sagrado: el ramadán.
La citada oración común estuvo prohibida tanto en 2020 como en 2021 en Marruecos debido a la pandemia de coronavirus. Tampoco en los últimos dos años se pudo llevar a cabo la tarawih, el rezo nocturno diario que reúne a grandes multitudes. Ahora, por fin, ha ocurrido. Según informó la agencia oficial MAP -Agencia Marroquí de Noticias-, Mohamed VI y el príncipe Moulay Hassan realizaron la plegaria en un "entorno privado" junto a una decena de personas de su confianza.
Bien por la pandemia, bien por su concentración en sus estudios universitarios y su formación institucional o simplemente porque en Marruecos no existe la libertad de prensa que sí hay en otros países como España, la imagen del príncipe Moulay Hassan no se ha difundido más que en dos ocasiones en los últimos 12 meses.
Conocedores de que cualquier detalle puede ser susceptible de convertirse en noticia, la Casa Real alauí cuida extremadamente las fotografías y vídeos que se difunden no sólo del Rey -la última instantánea de Mohamed VI hizo saltar todas las alarmas por su palidez y delgadez-, sino también del primero en la línea de sucesión al trono. Las primeras imágenes de Moulay Hassan con 18 años, a punto de cumplir los 19, datan del pasado 7 de abril, y en ellas se aprecia el gran físico que el joven ha experimentado.
Hassan ha dejado atrás su cara aniñada y la piel del rostro clásica de quienes viven aún instalados en la adolescencia y la pubertad. En las recientes fotos, Moulay luce una chilaba -o djellaba- de rayas de ancho irregular en colores que bailan entre el marrón y el azul marino. En su cabeza, el príncipe exhibe con orgullo su tarbush, el típico sombrero de los países del Magreb. Su particular color rojo proviene de la lana natural con la que se realiza.
Da la casualidad de que el monarca alauí convocó a su primogénito en la cena que ofreció al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (50) y que sirvió para escenificar la reconciliación entre los dos países, hermanos, vecinos, tras 10 meses de crisis diplomática y el giro de la posición española en el conflicto del Sáhara. Moulay Hassan, sin ninguna duda, interactuó con el mandatario patrio, pues habla perfectamente español -y también inglés, francés y, cómo no, árabe-.
Las segundas fotografías datan justo de dos días después del encuentro del soberano alauí con el líder del Ejecutivo español, del 9 de abril. Diplomacia marroquí informaba de que Su Majestad el rey Mohamed VI, acompañado de Su Alteza Real el príncipe heredero Moulay El Hassan y el príncipe Moulay Rachid (51) recibían en la Residencia Real de la ciudad de Salé, cerca de Rabat, al príncipe heredero de Abu Dabi, el jeque Mohamed Bin Zayed Al Nahyan (61).
En esta ocasión, Hassan no lleva tarbush y se le aprecia, incluso, no sólo un rostro más afilado y masculino, sino un estilo de peinado que nunca antes se le había visto: más maduro, más adulto. Puede que con estas dos tímidas apariciones, la presencia del príncipe Moulay Hassan empiece a ser una constante.
La preparación del heredero no es un secreto para nadie y cada minuto, cada segundo, el joven se esfuerza de manera consciente -también debido a la mala salud de hierro de su padre- para poder desempeñar, el día menos esperado, el cometido que le tocó única y exclusivamente por haber nacido, hace hoy 19 años.
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