No es ningún secreto si se afirma que la reina Letizia (49 años) lleva un estilo de vida saludable basado en la buena alimentación y el deporte. En este sentido, no existen más secretos que el de la constancia y la fuerza de voluntad, en el caso de nuestra soberana, toda la del mundo.

El pasado 11 de mayo, Letizia impactaba a todos al presidir un acto institucional en Valencia y al lucir un vestido de color hot pink de estilo cut out con el que exhibió sus cincelados abdominales. Para mantenerse en forma, con la salud plena y para no intoxicar su cuerpo con alimentos innecesarios y perjudiciales, hay determinados productos que la Reina tiene absolutamente prohibidos en palacio.

En el Pabellón del Príncipe, el hogar de la Familia Real, no se consume azúcar. Así lo expresó la propia Letizia en julio de 2020, cuando viajó a Benidorm en compañía del rey Felipe (54) y se paró a conversar con el propietario de una heladería artesanal que le ofreció a probar uno de sus productos y ella, amablemente, declinó.

"En casa no tomamos azúcar", sentenció Letizia mientras su marido degustaba el helado de turrón artesanal sin ese al que algunos llaman "el dulce veneno". No hay azúcar en la Zarzuela, pero tampoco recurren a la tradicional sacarina -uno de los edulcorantes sintéticos más antiguos- o la estevia -edulcorante natural extraído de la planta homónima-. Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, en las cocinas de palacio se usa únicamente eritritol, el edulcorante de moda entre los deportistas de élite y las superestrellas internacionales. 

El eritritol es un edulcorante que forma parte del grupo de los polialcoholes que son de origen natural y que se encuentran presentes en frutas y vegetales. La principal característica de este producto es su escaso valor calórico, pues su aporte es inferior a 0,2 kcal por gramo. Desde hace unos años se ha convertido en un sustituto del azúcar comercial, ya que posee el 70 por ciento de su dulzor siendo un producto totalmente natural.

Así se alimenta la Reina 

Letizia combina la dieta mediterránea con la de la eterna juventud y antiinflamatoria del doctor americano Nicholas Perricone (73). Un plan de alimentación que frena la oxidación celular y mejora la piel y el estado de ánimo. Lejos de restringir comidas que son esenciales para el organismo, la dieta del doctor Perricone distribuye sus alimentos en diez grupos.

El primer grupo es el del Omega 3, con pescado, marisco, pavo y huevos. El segundo, frutas ricas en fibra, como piña, peras, manzanas o frutos rojos. El tercer grupo es el de frutas con grasas saludables, como el aguacate. El cuarto, chiles y pimientos, que tienen efecto saciante, el quinto es el grupo de la verdura y los vegetales, como brócoli, espinacas, acelgas o espárragos; el sexto, legumbres, el séptimo el de los probióticos, con yogur y lácteos fermentados.

El octavo grupo el de las semillas y frutos secos, el noveno el de los cereales, como la avena y el décimo y último el de las especias: cúrcuma, nuez moscada o jengibre, entre las más ideales. El plan de Letizia excluye de manera taxativa el azúcar y derivados, y también el alcohol. Hasta hace poco, de hecho, era noticia que Su Majestad no se llevase a la boca la tradicional copa de champagne con la que se brinda en las cenas de gala celebradas dentro y fuera de nuestras fronteras.

Es también la Reina una gran fanática de las bebidas probióticas, como el té kombucha y los superalimentos orgánicos. A su buena alimentación hay que añadir su pasión por el deporte. Letizia cuenta con un entrenador personal y hace ejercicio dos horas diarias en el gimnasio de la Zarzuela. Entre sus actividades predilectas se encuentra el yoga Iyengar -método de yoga que practican aquellos que siguen la enseñanza del maestro B.K.S. Iyengar- y pilates.

Además de bicicleta, curls de bíceps en la pared y aparatos con los que realiza extensión de tríceps, planchas y flexiones. Según apuntan varias fuentes a ¡HOLA!, Letizia también boxea, baila zumba y corre por los inmensos jardines de El Pardo. 

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