Inmersa en su viaje de cooperación en Mauritania, la reina Letizia (49 años) ha afrontado su segundo último día enfrentándose al desierto de Mauritania. La esposa de Felipe VI (54) se ha trasladado hasta la región de Nuakchot, donde ha visitado el proyecto de la cooperación española en la zona. Allí, el equipo humanitario ha sembrado huertos en medio del desierto del Sáhara para abastecer a más de un centenar de familias que viven en la localidad, que de esta manera pueden alimentarse y ganarse la vida.
Pese a que parecía una jornada tranquila, la sorpresa fue la tormenta de arena que se desató poco antes de la llegada de la Reina, que hizo que se acortara el paseo por las diferentes zonas de la parcela. Para protegerse de las inclemencias del tiempo, Letizia tuvo que volver a recurrir a la mascarilla y utilizar unas gafas de sol oscuras que estaban firmadas por Carolina Herrera. Pese a lo complicado de la jornada, pudo conversar con algunas de las agricultoras, quienes le enseñaron cómo plantan el terreno.
También se adentró en uno de los diez invernaderos donde se siembran las semillas que luego se entregan a las familias, un momento en el que estuvo acompañada por la presidenta de la región de Nuakchot, Fatimentou Mint Abdel Malick, y la secretaria de Estado española de Cooperación Internacional, Pilar Cancela.
Consciente de que el terreno no sería fácil de transitar, la reina Letizia apostó por un conjunto cómodo compuesto por pantalones marrones, botas resistentes y camisa blanca. Tampoco faltaba el consabido chaleco rojo de cooperante. En cuanto al peinado también volvió a primar la comodidad y llevó una coleta alta terminada en ondas que recogía su cabello.
Una vez más, la Reina mostró su lado más cercano, interesándose en los proyectos de la zona y saludando a algunas de las familias que viven en el área y pueden disfrutar de los beneficios de la planificación. De hecho, no dudó en agacharse para ver de cerca el sembrado, dejando claro su gran interés. El proyecto de los huertos en el desierto mauritano está financiado por la Unión Europea con dos millones de euros, pero es la cooperación española la que lo ha ejecutado.
Su objetivo en Mauritania es promover la seguridad alimentaria y el empleo, además de combatir el cambio climático. Asimismo, para alimentarse, lo cultivado permitirá a las familias vender lo recolectado para tener un recurso económico.
Además del aspecto agrícola, el proyecto busca fomentar las energías limpias en granjas, en el alumbrado público o en la recogida de residuos para sensibilizar a la población de la importancia de reducir las emisiones de C02.
El proyecto de los huertos se enmarca en el llamado 'Pacto de los Alcaldes de África Subsahariana' que unas 300 instituciones locales del continente firmaron en 2015 para mostrar su compromiso frente a la emergencia climática con ayuda de la UE.
Los viajes de cooperación son una parte muy importante en la labor institucional de Letizia, que ha realizado un total de siete desde que recibió el título de Reina. Este, sin embargo, ha sido el primero que ha tenido lugar en un país del Magreb. El primero de estos viajes tuvo lugar en 2015, cuando visitó Honduras y El Salvador; al año siguiente acudió a Senegal, en 2018 a República Dominicana y Haití y, en 2019, viajó a Mozambique. En 2020, en plena pandemia, se desplazó de nuevo a Honduras.
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