Cinco meses después de cumplir 18 años, Ingrid Alexandra de Noruega festejó su mayoría de edad en el Palacio de Oslo con una gran fiesta que reunió a los máximos representantes de las monarquías europeas. Un evento de gala, celebrado este viernes, 18 de junio, que estuvo cargado de anécdotas.
La fiesta, más allá de honrar a Ingrid de Noruega, supuso la gran puesta de largo de la nueva generación royal, a excepción de la princesa Leonor (16 años). Mientras que la futura Reina de España ponía fin a sus clases en Gales, Amalia de Holanda (18), Elisabeth de Bélgica (20) y Estelle de Suecia (10) acompañaron a la hija de Haakon (48) y Mette-Marit (48) en su día más especial.
Las primeras en entrar al salón fueron las hijas de Marta Luisa de Noruega (50) y el fallecido Ari Behn. Maud Angelica (19), Leah Isadora (17) y Emma Talulah (13), precedieron a Marit Tjessen, la madre de la princesa Mette-Marit. A la abuela de Ingrid le siguieron Kyril de Bulgaria (57) con su actual pareja y sus tres hijos. También estuvo presente Rosario Nadal (53), quien mantiene una estrecha relación con la Casa Real anfitriona. Inmediatamente después, caminaron Pablo (55) y Marie-Chantal de Grecia (53) con sus tres hijos mayores.
El desfile de las casas reales reinantes comenzó con los representantes de Dinamarca, Federico (54) y Mary (50). Tras ellos, Matilde de Bélgica (49) y su hija Elisabeth, quien debutó con su primera tiara. Una llamativa pieza de la que se desconoce su origen, por lo que se presume que podría ser una joya nueva. Les siguió la heredera de Holanda, quien se convirtió en la gran compañera de Felipe VI (54), en una noche marcada por la ausencia de Letizia (49).
La Princesa Amalia, con un vestido de capa en color rosa y la tiara de estrellas que usó su madre el día de su boda con Guillermo de Holanda (55), desfiló en el Palacio de Oslo del brazo del Rey de España. Felipe VI fue el único miembro de la realeza europea que asisitió a la celebración de su ahijada sin la compañía de ningún familiar.
Detrás de Amalia y Felipe VI desfilaron los Reyes de los Países Bajos y el resto de representantes de las casas reales, con las únicas ausencias de Mónaco y Reino Unido.
Ingrid de Noruega llegó a la celebración del brazo de su abuelo, el rey Harald (85), con un vestido de Alberta Ferretti que estrenó su madre en 2005. Como estaba previsto, completó su estilismo con la tiara Boucheron Pearl Circle, que perteneció a la princesa Ingeborg, esposa de Carlos de Suecia y Noruega. Tras la protagonista de la noche, accedieron el príncipe Haakon y la reina Sonia (84), quien impresionó con sus joyas y la tiara histórica tiara de esmeraldas, una de las más especiales de la familia. Para terminar, Mette-Marit junto a sus dos hijos, Marius (25) y Magnus (16).
Una vez en el salón, los Reyes de Noruega y su nieta pronunciaron emotivos discursos que emocionó a los invitados y a los grandes protagonistas de la noche. La princesa Ingrid Alexandra no pudo contener las lágrimas en una noche tan especial, que significó su gran debut dentro de la monarquía. La joven dedicó unas bonitas palabras a su familia y agradeció a todos los representantes de las monarquías europeas que viajaron hasta Oslo para celebrar su gran noche.
El discurso de Ingrid Alexandra de Noruega también estuvo cargado de humor y dejó al descubierto algunos detalles de su vida privada, como los momentos que comparte con su madre frente a la televisión, mientras disfrutan de alguna serie o película, como Sexo en Nueva York.
Felipe VI atendió a las palabras de su ahijada desde su asiento, muy cerca de la princesa homenajeada. El Rey de España ocupó un lugar entre Mette-Marit de Noruega y Máxima de Holanda (51), una de las más conmovidas de la velada. Ingrid terminó su discurso con un brindis que dio continuidad a la celebración.