Leonor de Borbón (16 años) lleva varios días copando las portadas de medios nacionales e internacionales después de su deslumbrante aparición en los premios Fundación Princesa de Girona este pasado lunes, 4 de julio. La heredera al trono español sorprendió con un cambio de estilo muy favorecedor, que hizo que cabeceras de prensa europeas se refirieran a ella como una Cenicienta sofisticada y bella. La hija mayor de Felipe VI (54) y Letizia (49) optó por un vestido azul cielo con escote Bardot que dejaba sus hombros al desnudo y dirigían las miradas a su rostro. Además, la joven se decantó por un recogido en moño con el que consiguió potenciar aún más sus rasgos faciales.
Gracias a ese elegante peinado, la cara adolescente de la futurible Reina fue objetivo principal de los fotógrafos que acudieron a cubrir la entrega de premios, lo que dio paso a que su rostro en primer plano haya sido protagonista estos días de innumerables portadas. Al contemplar la instantánea son muchos los medios que han escrito titulares que ensalzan la belleza de Leonor, que es evidente. Pero EL ESPAÑOL ha querido ir un paso más allá y ha querido contrastar con datos que esa afirmación sobre el atractivo de la primogénita de los Reyes de España tiene una base sólida.
Para ello existe la conocida como 'fórmula de la belleza', que se basa en la proporción áurea de los elementos que configuran el rostro de una persona. Un método que emplea la ciencia de los números y las medidas para llegar a una conclusión razonada sobre lo que es bello o no.
Ya en la Edad Media, el matemático Leonardo de Pisa logró encontrar el coeficiente con el que calcular la belleza, y es aún ese procedimiento el que se emplea para valorar los casos. Se conoce como Sucesión de Fibonacci -el alias del citado científico-, el método por el que se mide la belleza, sistema en el que se tienen en cuenta 12 marcadores que detallan con exactitud las proporciones que existen entre los labios, la nariz, las cejas, la frente y las mejillas. A partir de ahí se establecen los valores y se expresa una 'puntuación' sobre 10, siendo este el máximo y por lo tanto lo más cercano a la perfección.
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Al consultar los parámetros que definen el rostro de Leonor de Borbón, el sistema desvela que la Princesa muestra una óptima proporción en cuanto a la altura ideal de los ojos, la posición lineal de sus cejas y unas medidas muy equidistantes entre la mirada y el espacio de las sienes. De igual forma, los porcentajes en los que están repartidos los elementos dentro de su rostro demuestran ser muy armónicos y numéricamente equilibrados en términos de distancias y tamaños acordes al área facial.
Teniendo en cuenta los datos sustraídos sobre las proporciones que presenta la cara de la hermana de la infanta Sofía (15), la fórmula la califica con un 8,48 sobre 10. Es decir, el adjetivo "bella" define fielmente la proporcionalidad facial de la hija mayor de los Reyes.
Podría decirse que Leonor ya era consciente de que incluso las matemáticas respaldan su belleza y no quiso perder la ocasión de que el mundo la admirara en todo su esplendor gracias a su tirante moño de bailarina. Este recogido también propició que sus pendientes brillaran al máximo y, más aún, teniendo en cuenta la alta pedrería con la que están fabricados.
La Princesa de Asturias y Girona estrenó para la entrega de premios del pasado lunes unas joyas de la firma Luzz, de venta en El Corte Inglés y creados en talleres españoles. Se trata de unos pendientes elaborados en oro blanco, con pequeños diamantes y un topacio natural Sky Blue. Su precio original era de 1.345 euros antes de las rebajas, y ahora se pueden encontrar por 1.008,75 euros.
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Leonor también pensó en sus proporciones corpóreas a la hora de vestirse para su cita más especial del verano. La heredera de la realeza española apostó por un vestido midi estilo años 50 que resaltaba sus hombros y marcaba su cintura. El diseño pertenece a la firma española Miphai y se vende por 195 euros. Con él y su amplio escote consiguió que su rostro 'casi perfecto' obtuviera el mayor protagonismo de la jornada.