El pasado 30 de abril, Charlène de Mónaco (44 años) retomó su agenda institucional tras casi un año alejada de la vida pública por problemas de salud. Desde entonces ha protagonizado varios actos que no han hecho más que confirmar su regreso a la actividad dentro del Palacio monegasco. Esta intensa vuelta a la agenda real, sin embargo, no le ha impedido a la Princesa seguir con otros proyectos que ponen el foco en los más desfavorecidos y que demuestran su interés en las nuevas tendencias de negocio.
Con el fin de recaudar fondos para la Fundación Princesa Charlène de Mónaco, la exnadadora ha desarrollado su primera colección de NFT -obras digitales que se pueden adquirir o vender como otra propiedad- en colaboración con el golfista sudafricano Luis Oosthuizen (39).
Se trata, en concreto, de activos digitales que no pueden consumirse ni sustituirse. Según explican desde CNN, es una manera de "transformar trabajos digitales de arte y otros coleccionables, en algo exclusivo e inimitable y fácil de intercambiar en una blockchain".
Aunque es curioso que Charlène de Mónaco haya querido adentrarse en este sector mientras continúa con su agenda institucional, su interés por los NFT no resulta tan extraño, si se tiene en cuenta que, tal y como informa la mencionada cadena de noticias, generan grandes beneficios. Sobre todo, para personajes influyentes, como es el caso de la exnadadora y sus aliados, ya que los inversores pagan altas cifras para poseer estos token no fungible.
Para llevar a cabo esta colección que, entre otras cosas, incluye un retrato de la Princesa monegasca, Charlène ha confiado en el talento del artista sudafricano Junaid Sénéchal-Senekal. Sobre él, la exnadadora comenta en sus redes: "Puso su corazón y alma en esta creación, así como su salud, ayunando durante toda la duración de este trabajo. Al hacer lo que experimentó es una realidad trágica para muchos y algo que la mayoría da por sentado todos los días, resalta la importancia de este proyecto".
[Este es el especial motivo por el que Charlène saldrá de su encierro para reaparecer en Mónaco]
Charlène ha ideado este plan para obtener mayores beneficios en su proyecto Feed2gether, cuya finalidad es ayudar a los niños más desfavorecidos de Sudáfrica, que no pueden cubrir sus necesidades alimenticias.
"Estamos colaborando en un proyecto, un esquema de alimentación que ayudará a las comunidades en desarrollo a tener acceso a los alimentos", explica Charlène de Mónaco. "La alimentación es de vital importancia para los niños de uno a seis años y queremos darles la oportunidad de que crezcan fuertes y sanos", añade la mujer del príncipe Alberto (64).
La Fundación Princesa Charlène de Mónaco también se ha hecho eco del proyecto, desvelando mayores detalles de la colección y asegurando la importancia que tiene la iniciativa de la exnadadora.
"El arte alimenta nuestros corazones y nuestras almas. Y ahora, gracias a una increíble obra de arte encargada por su Alteza Real la Princesa Charlene de Mónaco, el arte también ayudará a alimentar a nuestros niños", explican en sus redes sociales. "La obra de arte de NFT consta de 15 piezas y la Fundación tiene 13 piezas disponibles para comprar", añaden.
En paralelo a este proyecto, Charlène continuará con sus compromisos institucionales, después de un año aquejada de problemas de salud. En mayo de 2021, la Princesa se trasladó a Sudáfrica por un viaje centrado en la conservación de la fauna salvaje y la lucha contra la caza furtiva. Su estancia, sin embargo, se prolongó más de lo previsto debido a una infección de oídos, nariz y garganta que contrajo tras someterse a un levantamiento de senos paranasales e injerto óseo. Una complicada situación que la obligó a pasar por quirófano hasta en tres ocasiones.
Tiempo después, después de una breve parada en Mónaco, Charlène se mudó temporalmente a una exclusiva clínica de los Alpes suizos para tener "un período de calma y descanso".