Este lunes, 18 de julio, el príncipe Harry (37 años) y Meghan Markle (40) se trasladaron a Nueva York para conmemorar el Día Internacional de Nelson Mandela. Una vez allí, el nieto de Isabel II (96), pronunció un fuerte discurso de 15 minutos en el que alertó sobre la existencia de "un ataque global contra la democracia y la libertad" mientras su mujer seguía cada una de sus palabras con atención. Ambos tuvieron una intensa jornada en la Gran Manzana que terminó con una exlcuisva cena en la que la actriz impresionó con un estilismo que 'copió' a Kate Middleton (40).
La noche de este lunes, Meghan Markle apostó por un mono blanco y negro, firmado por Gabriela Hearst, que recodaba al espectacular vestido que lució su cuñada en el estreno de Top Gun Maverick en Londres, el pasado mes de mayo. Entonces, la duquesa de Cambridge optó por un espectacular diseño bicolor de Roland Muret, con escote barco y ceñido al cuerpo.
Meghan, en cambio, lució la misma combinación pero en un mono largo y con detalles anudados en la espalda, cuyo valor es de 4.790 dólares (4.642 euros). Lo combinó con unas altísimas sandalias negras de Aquazzura, con un precio estimado de 550 euros, y el bolso The Pouch Intrecciato Bag de Bottega Veneta, que se vende en la web por 2.900 euros.
Tal y como informa el Daily Mail, Meghan Markle apostó por este look para asistir a una cena en Locanda Verde, un restaurante italiano de moda en la Gran Manzana y donde el precio por persona asciende a 85 dólares (83 euros).
La protagonista de Suits completó su tercer look del día con unos delicados pendientes de aro, su anillo de compromiso, su alianza da matrimonio y el reloj Cartier Tank que formó parte del joyero de su suegra, Diana de Gales. En cuanto al peinado, se decantó por recoger su larga melena en una coleta baja, tal y como se mostró en la Asamblea de la ONU.
[Las seis bombas del nuevo libro sobre Meghan y Harry: de la histeria de ella a la furia de él]
El príncipe Harry, por su parte, se decantó por un estilismo más informal. Se mostró de la mano de Meghan Markle con un vaquero, camisa azul marino con los brazos remangados y zapatillas en tono gris. Además, dos pulseras en su mano de derecha y un collar que apenas se dejaba ver.
Meghan Harry disfrutaron de esta velada horas después de que el nieto de Isabel II instara a todos los ciudadanos del mundo a combatir el cambio climático. "Podemos elegir: o volvernos apáticos, caer en la desesperanza y rendirnos a la gravedad de aquello a lo que nos enfrentamos, o hacer lo que Mandela hizo cada día", sentenció el duque de Sussex ante el hemiciclo de la Asamblea General de la ONU.
En el marco del Día Internacional de Nelson Mandela, el príncipe Harry recordó cómo el histórico presidente sudafricano, que pasó 27 años en prisión por su lucha contra el apartheid, siempre fue capaz de "encontrar la luz", incluso en los momentos más oscuros.
El hijo menor del príncipe Carlos (73) reconoció que la situación del mundo es especialmente difícil, con una pandemia en curso, con el cambio climático "causando estragos" y con ciertos grupos usando "mentiras y desinformación" para hacer daño a la mayoría. "Desde la horrible guerra en Ucrania al retroceso de los derechos constitucionales aquí en Estados Unidos, estamos siendo testigos de un asalto global a la democracia y la libertad", insistió, haciendo aparente referencia a la reciente sentencia del Tribunal Supremo estadounidense sobre el derecho al aborto.
Harry aseguró que ve el espíritu de Mandela reflejado en aquellos que se movilizan para proteger el medioambiente; en los jóvenes activistas en favor de la igualdad y la justicia, o en el trabajo de organizaciones como World Central Kitchen, la iniciativa del chef español José Andrés (53) para combatir el hambre y con la que su fundación colabora.
El duque de Sussex no perdió la oportunidad y rindió homenaje a su madre y a su esposa. Destacó su amor por África, el lugar donde asegura haberse sentido más cerca de Lady Di, y donde supo que había conocido a su "alma gemela", Meghan Markle.