Por tercer año consecutivo, Marruecos ha cancelado la Fiesta del Trono, con la que se conmemora la coronación del rey Mohamed VI (58 años). Aunque las fuentes oficiales lo atribuyen a un repunte del coronavirus, lo cierto es que diferentes medios internacionales, a través del entorno de Palacio, aseguran que el cese de la festividad se debe a un empeoramiento del estado de salud del monarca. En cualquier caso, este sábado, 30 de julio, el soberano no podrá festejar sus 23º aniversario en el trono alauita.
"Se ha decidido aplazar todas las actividades, festividades y ceremonias previstas con motivo del 23º aniversario del acceso de Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, al Trono de sus Gloriosos Antepasados", señala el comunicado, publicado el pasado viernes, 22 de julio. Este año, según informaban, solo se mantiene el discurso del monarca, grabado previamente y en el que se dirige a su pueblo.
Actualmente, Mohamed VI se encuentra en París y, aunque su regreso a Marruecos estaba previsto para antes de la Fiesta del Trono, debido a la cancelación de esta celebración, se presume que podría prolongar su estancia en la capital francesa.
Ya han pasado varios días desde que el Rey de Marruecos se trasladó a París para cumplir varios objetivos: someterse a exámenes médicos, visitar a su madre, Lalla Latifa (77), quien recibe un tratamiento contra el cáncer en la capital de Francia, y disfrutar de unos días de descanso.
Desde hace varios años, Mohamed VI arrastra problemas de salud que afectan su corazón. Su fatiga cuando habla en público es evidente y ha sido operado en dos ocasiones de arritmia cardíaca. La primera, en febrero de 2018 en la clínica Ambroise Paré en París. La segunda, en plena pandemia, el 14 de junio de 2020 en el quirófano del Palacio Real de Rabat.
[El rey Mohamed VI da positivo por coronavirus: el comunicado de su médico]
Un año antes, Mohamed VI también fue intervenido por un tumor benigno en el ojo izquierdo y, recientemente, dio positivo por coronavirus. El pasado 16 de junio, su médico personal dio a conocer la información, asegurando que el Rey era asintomático. No obstante, debía permanecer en reposo durante unos días.
El Rey alauita no reapareció públicamente hasta la celebración del Aid al Adha, la fiesta del sacrificio también conocida como fiesta del cordero. Es la más importante del islam, ya que se conmemora 70 días después del Ramadán y marca el fin de la peregrinación en La Meca. El monarca apareció en el acto religioso junto a su hijo, Moulay Hassan (19), quien está llamado a ser el próximo soberano de Marruecos.
Aunque todavía es muy joven, Mohamed VI se ha preocupado en que su hijo adquiera las habilidades necesarias para asumir el trono. El Príncipe no solo recibe una minuciosa formación -estudia Gobernanza, Ciencias Económicas y Sociales en la Universidad Politécnica Mohamed VI-. Desde muy pequeño acompaña a su progenitor en muchos actos importantes. Moulay Hassan es uno de los herederos reales que se inició primero en su labor institucional. Aun siendo un niño comenzó a prepararse y comprender de forma paulatina la función que, por nacimiento, le toca desempeñar.
En cada acto al que asisten juntos, Moulay Hassan se mantiene atento a cada movimiento de su padre, tratando de asimilar toda la información que, en un futuro, le serán de gran utilidad. Su intención de imitar al actual Rey, también se refleja en su manera de vestir. El Príncipe se viste de forma idéntica que Mohamed VI.
Crisis en Marruecos
Mientras Mohamed VI se encuentra en Francia, Marruecos sortea una crisis económica que ha generado malestar social. En el país han crecido las críticas hacia el primer ministro, Aziz Akhannouch, por la inflación y la escasez de agua que amenaza a zonas agrícolas. El político es amigo íntimo del Rey y se posiciona como el segundo hombre más rico del país después del soberano.
La inconformidad por el trabajo de Akhannouch se ha manifestado en las redes sociales, mediante el hashtag #degageakhannouch (#dimiteakhannouch). También con los abucheos que tuvo que soportar el primer ministro el pasado 16 de julio, durante la clausura de un festival. Las quejas aumentan, sobre todo, por la subida de los alimentos y de los productos, en particular del combustible.