Harald de Noruega (85 años) ha sufrido un nuevo bache de salud, según informó este jueves, 4 de agosto, el Palacio Real de Oslo en un comunicado. El Rey estaría ingresado por unas fiebres que ha sufrido en los últimos días. Aunque no han trascendido mayores detalles, sí se ha notificado que el monarca se encuentra estable.
Debido a su ingreso, el rey Harald tendrá que ausentarse de sus compromisos institucionales durante varios días. Será su hijo Haakon (49), quien lo sustituya en los actos previstos. La misma medida se tomó el pasado mes de marzo, cuando el monarca, con 85 años recién cumplidos, contrajo coronavirus y tuvo que permanecer cuatro días aislado. También, a comienzos de año, durante el mes de enero, por presentar síntomas de resfriado.
La última vez que se vio públicamente a Harald de Noruega fue hace menos de una semana, navegando a bordo del 'Sira'. Previamente, el pasado 22 de junio, se mostró en la celebración del 18 cumpleaños de su nieta Ingrid Alexandra. El Rey, de hecho, tuvo un papel muy relevante en el festejo. Fue él quien acompañó a la futura Reina nórdica en la entrada del festejo.
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En los últimos tiempos, Harald de Noruega ha sufrido varios contratiempos de salud. A las bajas causadas en lo que va de año hay que añadir la operación de rodilla a la que se sometió en 2021. Un año antes, el Rey también pasó por quirófano para cambiar la válvula en el corazón, que se le instaló por primera vez en el año 2005.
"Las válvulas de ese tipo tienen una vida de 10 a 15 años, por eso no es inusual que se tengan que repetir este tipo de operaciones después de un tiempo", se explicó entonces, en un comunicado previo a la operación del Rey. "Su Majestad ha pasado controles rutinarios y los exámenes que hemos hecho últimamente muestran que era necesaria esta operación para mejorar su respiración", se añadió. En su momento, la intervención fue un éxito.
Según contaron los medios noruegos en aquella ocasión, el rey Harald se empezó a encontrar mal cuando estaba en su residencia de verano, al este de Oslo. Hasta allí llegaron dos ambulancias para trasladar al monarca al hospital.
En enero de 2020, su salud también se vio afectada. Harald de Noruega sufrió unos mareos -desencadenados por una alteración del equilibrio- que le obligaron a permanecer bajo observación, pese a no haber registrado gravedad alguna. Unos días antes, el soberano había tenido otro contratiempo. Entonces, pasaba por una infección vírica que le impidió continuar con su agenda.