La reina Isabel II (96 años) ha cancelado su tradicional bienvenida al Castillo de Balmoral, su residencia de verano. En su lugar se organizará un pequeño acto privado dentro de los terrenos de la residencia. 

La soberana se encuentra en Balmoral desde finales de julio y, hasta hace unos días tenía previsto asistir a la ceremonia, pero este pasado fin de semana fue cancelado. La decisión a última hora ha hecho saltar alarmas sobre el estado de salud de Isabel II. Y es que, al margen de la pandemia, esta será la primera vez que la Reina no participará en el evento en las puertas del Castillo. 

Aunque el Palacio de Buckingham ha restado importancia a las preocupaciones sobre la salud de la soberana, los medios británicos alertan de que este cambio de planes no es más que "una señal de lo que vendrá", debido a los problemas de movilidad que aquejan a Isabel II desde hace varios meses. 

Según informa la prensa local, este año, la Reina saludará a las tropas, como es habitual. Sin embargo, no habrá cámaras, fotógrafos ni reporteros. Por lo que no se conocerán mayores detalles del acto. 

Hace un año, en cambio, sí hubo constancia de la ceremonia, en la que Su Majestad vistió un conjunto rosa, inspeccionó a la Guardia de Honor y conoció a la mascota del Regimiento Real de Escocia, Shetland Pony Lance Corporal Cruachan IV. 

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"La bienvenida tradicional a Balmoral normalmente está cimentada en el calendario de la Reina y algo que Su Majestad realmente disfruta", expresó una fuente al diario The Mirror. 

Isabel II suele quedarse en Balmoral hasta principios de octubre, pero este año hará una excepción, ya que planea interrumpir sus vacaciones para viajar a Londres y nombrar al nuevo Primer Ministro que sustituirá a Boris Johnsson (58). Es una de las responsabilidades de la Reina invitar al líder elector a formar un Gobierno en su nombre. 

A pesar de sus problemas de movilidad, según dijo una fuente a los medios ingleses, "Su Majestad no espera que el nuevo Primer Ministro viaje a Escocia, por lo que el plan es que la Reina viaje a verlos". 

Desde el pasado 21 de julio, cuando dejó el Castillo de Windsor, la soberana permanece en Craigowan Lodge, una histórica casa de campo situada en la finca de Balmoral que en los últimos meses ha sido reformada para hacer frente a los problemas de salud que enfrenta la Reina. 

La cabaña ha sido equipada con un ascensor de 20.000 libras (23.785 euros), "apto para sillas de ruedas", con el que fin de que Isabel II pueda llegar hasta su habitación sin utilizar las escaleras. También se instaló una nueva puerta de seguridad, un sistema de intercomunicación de última generación y una serie de cámaras de circuito cerrado de televisión.