Amalia de Holanda (18 años), la princesa heredera de Países Bajos, empieza este mes sus estudios universitarios en Ámsterdam, en lugar de Leiden, y no se sumará a una asociación estudiantil como sí hicieron sus predecesores. Una ruptura con tradiciones familiares que descoloca al país y se suma a su renuncia a su sueldo y su apertura sobre su salud mental.
La decisión de no unirse al club de estudiantes, confirmada este miércoles 10 de agosto de 2022 por la oficina de prensa del Gobierno (RVD), tiene un significado especial a nivel nacional: llega dos semanas después de que se filtraran videos misóginos grabados en una celebración de esa asociación de Ámsterdam, aunque la Princesa no dio a conocer los motivos por los que no se incorpora a ese club.
Entre los comentarios machistas captados por la cámara, tres miembros masculinos de la asociación universitaria ASC/AVSV (en sus siglas en neerlandés) se refieren a las mujeres como "cubos de semen" y "nada más que una puta", y sugieren que los hombres podrían "romper el cuello de las mujeres para penetrarlas" durante el evento en cuestión.
Aunque esto ya ha llevado a una serie de dimisiones dentro de la asociación, había puesto el foco en la heredera, puesto que su plan era unirse al club al empezar sus estudios en el programa de Política, Psicología, Derecho y Economía (PPLE) de la Universidad de Ámsterdam, lo que en sí ya rompió con la tradición familiar de graduarse en Leiden.
Los Orange están vinculados con la Universidad de Leiden desde 1575, cuando se fundó esta facultad: Guillermo Alejandro se licenció allí en Historia en 1993.
La decisión de Amalia de no ser miembro de la ASC/AVSV se ha interpretado en Países Bajos como un posicionamiento claro en medio de un debate social contra el machismo y el acoso sexual, pero también se ve como una tendencia a la ruptura con sus predecesores: su padre, su abuela Beatriz y su bisabuela Juliana fueron miembros de una asociación estudiantil.
La joven ha estado frecuentemente en el centro de cuestiones de debate social. El año pasado habló, por ejemplo, de sus visitas regulares a un psicólogo para tratar su salud mental, sobre todo "después de lo que pasó" con su tía, señaló, en referencia al suicidio en 2018 de Inés, la hermana menor de su madre, Máxima de Holanda (51).
Además, tras críticas de parlamentarios a un presupuesto de la Casa Real que consideran excesivo, la Princesa renunció temporalmente al sueldo anual de 300.000 euros que puede recibir al cumplir los 18 años, y se comprometió a recurrir a los otros 1,3 millones para gastos personales y material "solo si incurre en altos costes" por actividades oficiales.
Asimismo, un libro del abogado neerlandés Peter Rehwinkel (Amalia, el deber te llama) planteó el debate sobre la homosexualidad en la monarquía, llevando al primer ministro, Mark Rutte (55), a aclarar que, si Amalia se casara eventualmente con alguien de su mismo sexo, no tendría que renunciar al trono, a pesar de que la Constitución se basa en la idea de la sucesión hereditaria.
La propia Amalia nunca ha hablado públicamente de su sexualidad, ni intervino en ese debate. Los medios neerlandeses se cuestionan ahora las decisiones de la joven que van "contra la tradición", aunque, según explicó Rehwinkel a la televisión pública NOS, la Princesa solo ha hecho algo que el actual Rey quería hacer, pero no se atrevió.
"Su padre no quería estudiar en Leiden ni convertirse en miembro de una asociación de estudiantes. Al final, hizo ambas cosas", apuntó Rehwinkel, quien agregó que ahora la princesa heredera va a estudiar en Ámsterdam y no estará en una asociación de estudiantes, "así que en realidad está haciendo lo que pretendía su padre”.
El experto subrayó que la futura reina de Países Bajos "no debería querer" estar en este momento en un entorno manchado por declaraciones misóginas, y que su "negativa a unirse a ASC/AVSV demuestra que su antena social está funcionando", aunque cree que la decisión también involucró a sus padres, para evitar críticas a la futura monarca.