La Familia Real ha puesto fin a sus vacaciones en Palma tras más de 10 días en la isla siguiendo una intensa agenda. Al igual que otros años, Felipe VI (54 años), Letizia (49), Leonor (16) y Sofía (15) alternaron sus compromisos oficiales con actividades de ocio que dejaron para el recuerdo un sinfín de anécdotas.
El Rey fue el primero en llegar a la isla balear, cumpliendo con una serie de actos políticos y deportivos. Más tarde lo hizo Letizia, acompañada de la Princesa de Asturias y la infanta Sofía e iniciando su agenda el sábado 31 de julio en la clausura de la 12ª edición del Atlàntida Mallorca Film Fest 2022.
La primera aparición de la Familia Real al completo tuvo lugar un día después, en la Cartuja de Valldemossa. Sonrientes y sin mascarilla tras dos años marcados por la pandemia, los Reyes y sus hijas llegaron a este histórico palacio, situado a 20 minutos de Palma y escenario de su tradicional posado veraniego, en el que deslumbraron con un estilismo relajado y de corte boho chic.
Además de posar para los medios gráficos, la Familia Real aprovechó su visita a la Cartuja para recorrer sus áreas más emblemáticas. El itinerario incluyó un tour por el Museo de Municipal, donde Felipe VI, Letizia, Leonor y Sofía salieron a los jardines abalconados sobre el valle de la Tramuntana. Una vez allí, ejerciendo de 'guía', el monarca explicó a sus hijas algunos detalles del entorno.
Después de visitar los monumentos hicieron un breve recorrido por la ciudad, donde los esperaban locales y turistas. Muy cercanos y sonrientes saludaron al pueblo mallorquín e incluso se hicieron algunas fotografías. Letizia, de forma cariñosa, ayudó a una niña a captar una bonita imagen de la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Esta actitud cercana y afectuosa fue la que mantuvo la mujer de Felipe VI en todo el viaje. No solo con locales y turistas. También con su familia, incluyendo a la reina Sofía (83), quien viajó a la capital balear poco antes de que lo hiciera su hijo.
El 4 de agosto, tres días después del posado, los Reyes reaparecieron junto a la emérita en la recepción de las autoridades baleares, por primera vez celebrada en el Palacio de Marivent. Más allá de llamar la atención por su vibrante vestido de Charo Ruiz Ibiza, alpargatas naranjas y pendientes de Isabel Guarch, Letizia destacó por la complicidad que tuvo con su suegra. En el último compromiso oficial de la experiodista, ambas se mostraron cercanas, sonrientes e intercambiando algunas palabras al oído.
Las imágenes que llegaron después se desprendían de sus actividades de ocio. La primera tuvo lugar el domingo 5 de agosto en el restaurante Ola de Mar, un local del puerto de Portixol que forma parte de la lista de favoritos de la Familia Real.
Acompañados de la reina Sofía e Irene de Grecia (80), tras la cena, los Reyes y sus hijas posaron ante los fotógrafos que los esperaban a las afueras del local. El Rey y la benjamina de los Borbón Ortiz cogían a la emérita del brazo, mientras Letizia y Leonor acompañaban a la tía del monarca en su paseo hasta los coches que esperaban para llevarles de vuelta a Marivent.
La gran sorpresa llegó dos días más tarde. Mientras Felipe VI viajaba a Colombia a la toma de posesión del presidente Gustavo Petro (62), su mujer y sus hijas recorrían las calles de Mallorca con su madre, la reina Sofía. Una cita solo para chicas en la que la experiodista acaparó todas las miradas por look -un minivestido de Zara con el que presumió de piernas ultrabronceadas- y por su cercanía con la emérita.
Después de disfrutar de una cena en el restaurante Beatnick, pasearon por la ciudad y recorrieron los puestos del mercadillo situado en el paseo marítimo. La mayor parte del tiempo, la reina Sofía caminó del brazo de Letizia, quien amablemente acompañó su paso. Junto a la Princesa de Asturias y la Infanta, se detuvieron en varios establecimientos para conocer de cerca la artesanía local.
Ese mismo interés por la moda balear lo mostró Letizia el pasado 10 de agosto, en su última aparición pública en Mallorca antes de dar inicio a sus vacaciones privadas. Con Felipe VI de vuelta, a primera hora la Familia Real caminó por las céntricas calles de Palma entre locales y turistas que ya poblaban los cafés de la zona. Los Reyes y sus hijas recorrieron parte de la calle Jaume II hasta llegar a la Plaza Mayor. En el camino, pararon brevemente a contemplar el edificio modernista Can Forteza Rey y, según conoce EL ESPAÑOL, se detuvieron y entraron a alguna tienda de la isla, especializada en venta de calzado.
Puestos en contacto con el local, este periódico ha podido saber que la actitud de Letizia, Felipe VI, Leonor y Sofía fue "cercana" y "amable" con todos los trabajadores. Aseguran a este medio que la Familia Real conversó "como cualquier cliente" y que el Rey manifestó interés por el negocio de franquicia y por la apuesta por el producto español. La Reina y sus hijas prestaron mayor atención a la mercancía que allí se vende. La experiodista se probó varios pares de alpargatas, mientras que la Princesa de Asturias y la Infanta vieron calcetines.
Un broche final turístico y muy relajado a un viaje intenso, lleno de sorpresas y con algunos cambios. Este año, por ejemplo, Letizia y sus hijas no visitaron el Real Club Náutico de Palma, una cita a la que nunca habían fallado. Ahora, la Familia Real tiene unos días por delante para disfrutar de su tiempo libre, alejados del foco mediático y en un paradero íntimo y desconocido por la gran mayoría.