En el universo de la realeza hay personalidades que destacan por su originalidad y por saltarse un poco los rígidos cánones de la Corona. Es el caso de Delphine de Bélgica (54 años), una princesa atípica que, pese a su escaso papel institucional, siempre logra acaparar su parcela de protagonismo tanto en los actos oficiales como en su trepidante vida profesional y personal. Un perfil digno de descubrir.
La historia de la hermana de Felipe de Bélgica (62) ya rompe las reglas desde el inicio, pues es hija ilegítima de Alberto II, nacida de una relación extramatrimonial con la baronesa Sybille de Selys Longchamps (80). Tras años de batalla legal para que se reconociera su filiación, en 2020 al fin era reconocida oficialmente por el rey emérito de los belgas y nombrada princesa.
Tenía entonces 52 años y lógicamente una trayectoria tras de sí. Delphine, que se graduó con honores en la escuela de arte de Chelsea (Londres), es una reconocida artista, cuyas obras no dejan indiferente a nadie. Esta es la descripción que puede leerse en su página web: "Desde pintura, vídeo, escultura y neón, sus obras de arte son vibrantes, divertidas y extravagantes. Son capaces de inspirar amorosamente a los desposeídos, al mismo tiempo que devuelven abruptamente a los poderosos y orgullosos a la realidad".
[Alberto II de Bélgica reconoce ser el padre de la artista Delphine Boël tras las pruebas de ADN]
En efecto, todas sus creaciones tienen un mensaje detrás, algunos positivos, otros transgresores y muchos irreverentes. Desde un panel de luces neón con la palabra hipócrita en inglés repetida una y otra vez, pasando por un espejo con la frase "Fuck Perfection" en alusión a los cánones impuestos de belleza, hasta un cuadro en el que puede leerse: "Fornicar bajo el consentimiento del Rey". También diseña muebles, candelabros y otros objetos decorativos y esculturas gigantes con vistosos colores.
Pero su faceta artística va más allá y también deja su impronta en su propia colección de ropa. Delphine de Sajonia-Coburgo es una gran apasionada de la moda y ha dado buena muestra de su particular estilo en sus últimas apariciones públicas. Acaba de presentar una nueva exposición en su país natal, a la que acudió vistiendo una de las prendas, una camisa con diferentes palabras escritas en inglés y detalles de varios colores. Se llama The Life Wereable Blouse y la combinó con una falda vaquera y unos zapatos de plataforma rojos con corazones de la firma londinense LAMODA. Un look muy poco principesco, pero absolutamente fashionista.
Ella es la mejor embajadora de su colección, que suele lucir en muchos de los eventos a los que asiste. Algunas de sus prendas ya se pueden comprar en tiendas multimarca de Bélgica y los precios no son aptos para todos los bolsillos: una camisa de Delphine puede costar en torno a los 950 euros. Le gusta cuidar los detalles de sus estilismos, especialmente en los momentos importantes como el pasado 21 de julio, Fiesta Nacional de Bélgica, cuando sorprendió con su original elección.
El vestido no llevaba su firma, pero sí había colaborado con los diseñadores en su creación. El resultado fue una pieza elegante, en rojo y de aire retro, pero con el toque personal que le añadía una gran paloma blanca bordada en uno de los laterales de la falda. Lo acompañó de un sombrero a juego y unas merceditas de plataforma. "Celebrando el talento de los jóvenes belgas con un mensaje de paz y esperanza", escribía en sus redes.
La originalidad de la cuñada de Matilde de Bélgica (49) no acaba ahí. Además de dedicarse al arte en todas sus expresiones y haber expuesto sus obras tanto en su país natal como en Francia e Inglaterra, también pasó a ser un personaje muy mediático al concursar en el programa Bailando con las estrellas el año pasado. Se convirtió así en la primera princesa europea en aparecer en un formato de este tipo.
Pero su aventura tenía una razón: recaudar fondos para una institución benéfica. "No soporto ver a los niños con enfermedades graves perder su infancia, y también me siento mal por las familias que tienen que vivir estos momentos duros. Nuestro compromiso es conseguir que los niños se olviden por un momento de que están enfermos y de que puedan ser niños normales", dijo.
En enero de 2022, además, estrenó su propia serie biográfica donde habló sin tapujos de su historia familia, recordando cómo fue su primer encuentro con su hermano, el rey Felipe de Bélgica: "Fue fantástico y muy divertido. Me sorprendió positivamente su talante y la forma en que me acogió".