No hay ninguna duda de que una madre siempre hace cualquier cosa por sus hijos. Y, Letizia (49 años), pese a su ilustre cargo de reina, no iba a ser menos. Después de nueve meses separada de su primogénita, Leonor (16), por haber estado cursando primero de Bachillerato Internacional en Gales, Su Majestad estaba dispuesta a hacer con la princesa, y también con la infanta Sofía (14), aquello que más ilusión les hiciera.
Las hermanas reales son unas fervientes seguidoras del artista británico Harry Styles (28) y en su paso por Madrid, el pasado 29 de julio, ambas tenían claro que querían verlo en concierto. Según la información que adelantó Semana y que EL ESPAÑOL confirma y amplía con las primeras y únicas imágenes de Letizia y las infantas, madre e hijas disfrutaron de la gira Love On Tour no desde ningún palco de honor, sino desde la pista, de incógnito, como tres fanáticas más.
Rodeadas por más de 15.000 personas, Leonor y Sofía vibraron con la presencia de su ídolo, y Letizia, unos pasos por detrás, observaba la escena, feliz y orgullosa de sus dos niñas, mientras llevaba una mascarilla -recomendada en interiores por las autoridades sanitarias cuando no se puede mantener la distancia de seguridad- y un botellín de agua.
"Hacia la mitad del concierto, cuando Harry estaba haciendo una cover de What makes you beautiful, de One Direction, la canción que suena en el vídeo, me fijé en el público y me sorprendió ver a una mujer con mascarilla FFP2 -todo el mundo iba sin mascarilla- y la miré un rato. Me pareció que era Letizia desde el principio, pero dudé porque me parecía raro que estuviera en esa zona del WiZink y no en alguno de los palcos VIP", expresa a este periódico una de las testigos.
Harry Styles es uno de los músicos más poderosos e influyentes del mundo, tiene el disco más vendido del año, Harry's House, y desde su despegue como cantante en solitario tras su etapa en One Direction, también ha forjado una gran carrera como fashion icon. La estética de sus conciertos es libre, fluida, genderless y sus fans acuden a verlo con boas, sombreros vaqueros, ropa estampada, colorida, extravagante y con maquillaje y purpurina.
Llamó la atención que justo en la zona donde estaban Letizia, Leonor y Sofía, entre los apasionados adolescentes que se sentían bendecidos por su ídolo, también había un nutrido grupo de hombres con camisas blancas impolutas y pinganillos repartidos por ciertos puntos estratégicos de toda la pista.
No tardaron demasiado en deducir nuestras fuentes que se trataba de la escolta de la Reina y las Infantas. De hecho, además de velar por su seguridad, los guardaespaldas tenían la misión de que nadie pudiera grabarlas o hacerles fotos. En varias ocasiones, como muestra el vídeo que este medio aporta, un miembro de la escolta se interpone entre la esposa del Rey y los objetivos de quienes empezaron a averiguar que Letizia, Leonor y Sofía estaban allí.
Letizia iba acompañada de otra mujer, más o menos de su edad, y de la hija de ésta, amigas de Leonor y Sofía. Según ha podido conocer este periódico, las tres jóvenes no dejaron de grabar en ningún momento a Styles y ambas infantas también llevaban mascarilla. "Como no me di cuenta de su presencia hasta la mitad del concierto, no pude ver en qué momento entraron. Por pura curiosidad, sí que me fijé en qué momento abandonaban el recinto y cómo lo hacían", desliza una de las jóvenes que lo vio todo.
Y prosigue: "Pensé que se irían justo antes del bis, para que les diera tiempo de salir sin aglomeraciones y sin ser demasiado vistas, cuando Harry abandona el escenario unos minutos y todo el estadio sigue a oscuras antes de que vuelva y cante las últimas cuatro canciones: Sign of the Times, Watermelon Sugar, As it was y Kiwi. Pero no fue así. En Watermelon Sugar y As it was vi bailar a Letizia aunque también se tapó los oídos en varios momentos del concierto, sobre todo cuando la gente gritaba al final de cada tema".
"No solo no se fueron antes, sino que se quedaron hasta casi el final del último tema, cuando Harry ya había terminado de cantar y lo único que quedaba de show era que se despidiera del público e hiciera su clásica whale. La whale es, básicamente, llenarse la boca de agua y escupirla hacia arriba, que, aunque contado así suene un poco asqueroso, es como un ritual especial para los fans. Vi cómo las sacaron por una puerta diferente, obviamente, a la que salimos los demás, cinco minutos después", concluye.
Tras un verano de tranquilidad sin restricciones y ocio entre teatro, cine, conciertos, Madrid, Palma de Mallorca y su destino de vacaciones privadas, la Familia Real vuelve en los próximos días a su actividad institucional como representantes de nuestro país. El pasado viernes, 26 de agosto, Leonor regresaba al UWC Atlantic College de Gales donde cursará su segundo y último año de Bachillerato.
Los Reyes, por su parte, empezarán a preparar su visita de Estado a Alemania para mediados de octubre no sin antes celebrar, el 15 de septiembre, una importante efemérides: el 50 cumpleaños de la reina Letizia.