El pasado mes de abril, Charlène de Mónaco (44 años) volvió a la vida pública tras casi un año alejada de la Corona por problemas de salud. Una difícil situación que la obligó a distanciarse del Principado y de su familia, su principal apoyo y motivo para salir adelante. Así lo desvela ella misma en una reciente entrevista publicada por un medio sudafricano y replicada por la prensa monegasca.
"Pasé por un momento muy difícil, pero tuve la suerte de ser apoyada y querida por mi esposo, mis hijos y mi familia, de quienes saco todas mis fuerzas", dice la Princesa en conversación con la revista sudafricana News24.
Para recuperarse y continuar con el curso de su vida, Charlène, tal y como explica, también se ha apoyado en la religión y, recientemente, en el deporte. "La fe me ha guiado en momentos difíciles de mi vida", comenta durante la conversación, haciendo referencia a su visita al Papa Francisco (85) el pasado mes de julio. "Soy profundamente cristiana y fue un honor y un gran privilegio encontrarnos. Mi esposo y yo compartimos un momento solemne y emotivo", dice.
En cuanto al deporte, Charlène de Mónaco desvela en la entrevista que ha retomado la natación, práctica que por muchos años se convirtió en su profesión, y el gimnasio.
Ahora, por suerte, la Princesa se siente "mucho más fuerte físicamente". Eso sí, asegura que ha transitado por momentos muy complicados. "El camino ha sido largo, difícil y doloroso. No quiero ir muy rápido, pero hoy me siento más tranquila".
Hoy, sobre todo, Charlène se mantiene enfocada en sus mellizos, Jacques (7) y Gabriella (7). Dando a entender que son su principal prioridad, la mujer del príncipe Alberto (64) dice: "Mi vida diaria gira en torno a mis hijos. Han estado muy ocupados con sus actividades, como la vela, sus cursos sobre el medio marino, así como sus iniciaciones al buceo y salvamento marítimo".
Sobre su educación, Charlène de Mónaco explica que pone énfasis en las causas sociales y en la cercanía con el mundo que les rodea. "Creo que es importante que tomen conciencia desde una edad temprana, que sepan que nuestro entorno es frágil y que es necesario respetarlo y preservarlo a través de pequeñas acciones", comenta.
Además de sus hijos, Charlène de Mónaco está centrada en sus trabajos sociales. "Mi año está lleno y estructurado. Estoy totalmente entregada a mis proyectos personales presentes y futuros, pero también a las necesidades de mis hijos. Y lo seguiré haciendo por el momento", explica. Uno de las causas es Feed2gether, enfocada en luchar contra el hambre en Sudáfrica.
"Hemos escuchado los llantos de nuestros hijos y nos negamos a que el hambre tenga la última palabra en la Nación del arcoíris", dice la Princesa. "La alimentación es de vital importancia para el desarrollo cerebral de los niños de uno a seis años. El objetivo es dar a las personas el derecho y la oportunidad de crecer sanos. Se puede y se debe hacer", finaliza.