La familia real española ha comenzado el nuevo curso con una triste noticia. El hombre que enseñó a esquiar a los tres hijos de Juan Carlos I (84 años) y la reina Sofía (83) ha fallecido a los 83 años de edad a causa de una enfermedad degenerativa. Se trata de Eduardo Roldán, el exdirector de la estación de Candanchú, donde el actual Rey y sus hermanas han pasado infinitas jornadas disfrutando de su práctica favorita sobre la nieve.
La estrecha unión que mantenía el que fue presidente de la Real Federación Española de Deportes de Invierno con los miembros de la casa real era sobradamente conocida, y por este motivo no ha faltado la representación de la Corona en su último adiós.
Roldán falleció en Clínica Universitaria de Navarra, en Pamplona. Sin embargo, su cuerpo fue trasladado al tanatorio de Jaca, ciudad en la que también se celebró el funeral en su honor. Precisamente en este último, que fue muy emotivo y multitudinario, se pudo ver a Iñaki Urdangarin (54) y a la infanta Cristina (57) juntos, tal y como muestran las fotografías del diario Heraldo de Aragón.
La Catedral de Jaca recibió a cientos de personas que quisieron despedirse de Roldán, y se agolparon a la entrada del templo media hora antes del inicio de la misa. Fue ahí donde todos fueron testigos de la llegada de los ex duques de Palma juntos, y con dos de sus hijos, Miguel (20) y Pablo Urdangarin (21). Justo después de ellos, apareció la infanta Elena (58) que a las 17 horas entró a la catedral para despedir al que fue su profesor.
Según se narra en la citada publicación, las infantas se fundieron en un abrazo con Lourdes, la esposa de Eduardo Roldán, y no dudaron en colocarse en los primeros bancos del templo. La viuda estuvo acompañada en estos asientos por Cristina y Elena, mientras justo detrás se situaban el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, Iñaki Urdangarin y sus dos hijos.
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En todo momento se mostraron afectados por la muerte del esquiador, desvelaron a muchos de los presentes cómo conocieron a Roldán, recordaron anécdotas y las infantas se mostraron muy cariñosas con los familiares del fallecido. También Miguel y Pablo Urdangarin mostraron semblante triste, pues conocían al experto deportista y también esquiaron con él y mejoraron su técnica.
Horas antes, en la misma ciudad de Jaca, hacía su aparición el rey Felipe VI (54). En la tarde del pasado sábado, 3 de septiembre, el monarca acudió al tanatorio de Jaca para dar su último adiós a Roldán. De ello también muestra imágenes el diario Heraldo en su versión aragonesa.
Hablando con la familia del fallecido el Rey aseguró que le era "imposible" acudir este domingo por la tarde al funeral, pero que era impensable para él no estar para despedirse de él, así que decidió acercarse al tanatorio y dar el pésame directo a los familiares. Realizó, pues, una visita privada y estuvo al lado de la viuda, que fue a recibirlo con un gran abrazo. También se mostró cómplice con el hijo del fallecido, Patrick Roldán. Tras media hora en el complejo funerario, Felipe VI abandonó el lugar y regresó a Madrid, por lo que no se cruzó siquiera con sus hermanas y su excuñado.