Este lunes, 19 de septiembre, pasará a la historia como uno de los últimos funerales de Estado más multitudinarios y relevantes jamás celebrados. Todas las casas reales y una gran presencia de los líderes mundiales acudieron a la Abadía de Westminster para despedir a la reina Isabel II. Entre los ilustres invitados se encontraba una amplia representación de la Corona española, pues no solo asistieron los Reyes, Felipe VI (54) y Letizia (50), sino también sus predecesores, Juan Carlos I (84) y Sofía (83).
Los cuatro compartieron bancada en el interior del templo, en segunda fila tras los monarcas de Holanda, Suecia y Dinamarca. Letizia ejerció de 'muro' entre la nueva monarquía que representa su marido y la antigua, de la que son imagen sus suegros. La Reina separaba a los dos soberanos españoles, y esta disposición le otorgaba el poder de conocer qué ocurría a ambos lados y así controlar la situación.
Precisamente el hecho de estar en medio hizo que la Reina protagonizara una anécdota que se hizo viral en las redes sociales y que enseguida fue recogida por los medios de comunicación de todo el mundo. Letizia dirigió una fulminante mirada a los reyes eméritos durante la misa funeral, en el mismo momento en el que Juan Carlos y Sofía se comentaron algo al oído que les hizo reír a ambos de manera simultánea. Al contemplar esta escena, la esposa de Felipe VI giró su rostro hacia ellos con un semblante muy serio. Y es que la tensión que estaba presente en esa bancada debido a la colocación de los cuatro juntos -imagen que Casa Real quiso evitar- quedó escenificada finalmente con este llamativo suceso.
La mirada de Letizia parecía querer frenar en seco las risas de los reyes eméritos, pues en mitad de la solemnidad de la ceremonia las muestras de felicidad no parecían la mejor muestra de respeto. Pero ¿qué hizo que Juan Carlos y Sofía se mostraran tan cómplices hasta el punto de sonreírse mutuamente? Aunque resulta imposible conocer la frase exacta que la reina emérita le susurró al oído a su esposo y le hizo reír, el contexto y los gestos naturales de los protagonistas dan una respuesta clara a la cuestión.
El vídeo del mediático momento ha sido analizado por una experta en Comunicación no verbal consultada por EL ESPAÑOL. Sonia El Hakim, directora del Máster en Comunicación No Verbal y Habilidades Directivas de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, ha visionado las imágenes y detalla qué estaba ocurriendo en ese instante en la bancada de nuestros representantes reales.
[La mirada fulminante de Letizia a Juan Carlos y Sofía en pleno funeral de Estado de Isabel II]
"Lo único que queda claro de esta escena es que durante el transcurso de la misa funeral los asistentes deben levantarse y sentarse, y el rey Juan Carlos, que tiene problemas de movilidad, cuando el deán de la iglesia pide que se sienten, se puede ver cómo la reina Sofía se gira hacia su marido porque está pendiente de que no se caiga y que no protagonice en plena ceremonia ningún suceso inesperado... Que no se caiga, vamos", explica sin mostrar dudas la especialista.
La reina Sofía permaneció en todo momento muy pendiente de Juan Carlos I.
En las imágenes se puede ver el momento en el que el rey emérito toma asiento -como el resto de asistentes-, y cómo la reina Sofía lo hace unas milésimas de segundo después tras comprobar que su marido se ha sentado sin contratiempos. Es cuando ella se sienta y se acerca a hablarle, él le responde brevemente y ambos ríen.
Al instante Letizia gira su cabeza para ver qué ocurre, un gesto que según la experta podría no ser una mueca de desaprobación hacia ellos, sino con cierta preocupación también por la movilidad de Juan Carlos. "A lo mejor, al girarse la reina Sofía también se gira Letizia para ver si está todo bien, o si hay algún problema, porque al final sí que hubiera sido un gran problema para todos los miembros que el rey emérito se hubiera caído en mitad del funeral. Es en realidad de lo que todos estaban pendientes, pues todos ellos saben perfectamente que tiene un problema importante para moverse y no querrían, seguro, tener contratiempos".