El reinado del hijo mayor de Isabel II ha empezado con turbulencias. No sólo por los problemas que aún tiene con el príncipe Harry (38 años) y que se vieron acrecentados precisamente durante el duelo por la soberana, un nuevo libro biográfico sobre Camilla (75) también está levantando ampollas.
En él, su autora, Angela Levin deja claro que Carlos III (73) tiene al enemigo en casa, pues se destapa la conspiración del príncipe Andrés (62) en su contra, además de detallar el duro camino que ha tenido que pasar la protagonista del relato para ser aceptada en la Familia Real británica.
La biografía de la nueva reina consorte, que sale a la venta el próximo 29 de septiembre, no sólo ofrece un relato íntimo y personal de ella, también repasa algunos acontecimientos que Camilla ha vivido en primera persona y que pudieron tener una gran relevancia en el futuro de la monarquía. En concreto, Levin relata un cónclave secreto que se produjo hace unas décadas destinado a cambiar la línea sucesoria.
El más importante, la conspiración que el príncipe Andrés llevó a cabo contra su hermano mayor para evitar que, llegado el momento, portara la corona. Quizá sin imaginar por aquel entonces que Isabel II tendría una vida tan longeva y un reinado de más de siete décadas, el duque de York pretendía que el heredero fuera su sobrino Guillermo (40) y no Carlos, reservándose para él un papel muy especial. Quería ser el regente en el caso de que su madre falleciera mientras el joven príncipe aún era menor de edad.
En esta especie de juego de tronos contó con una aliada especial: Lady Di, gran amiga de Sarah Ferguson (62) por aquel entonces, que conspiró con él para apartar a su exmarido del trono. Se intentó convencer a Isabel II de la necesidad de que fuera el ahora príncipe de Gales quien la sucediera como jefa del estado, pero no surtió efecto.
La biografía de Camilla también ahonda en la animadversión que Andrés de York siempre ha sentido por su cuñada y también llevó a cabo sus artimañas para evitar su boda."Trató de convencer a su madre para que impidiera que Carlos se casara con Camilla, siendo bastante venenoso, malo, inútil y muy desagradable con ella", ha contado la autora.
Fue tal la insistencia, que colocó a la propia Isabel II en una situación sumamente desagradable e incómoda. Pese a que Andrés era su hijo favorito, con el que tenía una relación muy estrecha, hizo caso omiso a sus peticiones. "Fue una de las raras ocasiones en las que no se salió con la suya", confiesa Angela.
La relación entre los dos hermanos nunca fue buena y esto no hizo más que empeorar las cosas. El rey Carlos nunca le ha perdonado sus desplantes y sus malas artes y también se cobró su venganza. Fue él quien presionó a la Reina para que le despojara de sus títulos tras saltar a la luz pública el escándalo Epstein el pasado mes de enero.
Relegado a un segundo plano, incluyendo el funeral de su propia madre, Andrés de York no ha podido evitar lo inevitable, que su hermano sea proclamado nuevo monarca. Tampoco ha sido capaz de frenar el ascenso en popularidad de su cuñada que, poco a poco, se ha ido ganando un hueco en el corazón de los ingleses.
Camilla, From Outcast to Queen Consort, que es el título del libro, contribuye enormemente a realzar la figura de la reina consorte con testimonios de gente que la conoce bien. La comparan con la reina madre, asegurando que ambas comparten un carácter parecido. "La esposa del rey Carlos tiene el mismo encanto que su abuela. Su gran sentido del humor es como el de la reina madre. Camilla es cálida, tranquila, natural y tiene una especie de picardía", ha dicho Gavin Barker, amigo de la reina consorte y responsable de una prestigiosa agencia de representación.
También consideran que desempeñará bien su papel en la monarquía y que es beneficiosa para Carlos III. Se pudo comprobar en uno de sus primeros actos cuando el Rey perdió los papeles al mancharse con la tinta de una pluma y ella enseguida fue a ayudarle y trató de calmarle. "No puedes estar enamorado de alguien durante tanto tiempo sin que tenga un gran efecto en ti... Entonces no puedes entender al rey Carlos sin apreciar la enorme influencia para bien que Camilla Parker Bowles ha tenido sobre él", dice el historiador Andrew Roberts en el libro.
Los que la conocen bien no creen que su nueva posición vaya a cambiarla. "Su ética de trabajo puede haber cambiado, pero una de las cosas buenas de Camilla es que su posición no se le ha subido a la cabeza", asegura su exasistente Amanda MacManus.
Lo que parece claro para Angela Levin y otros expertos reales es que la relación entre los hijos de Isabel II no se podrá reconducir más allá de una relativa cordialidad. "El príncipe Andrés no tiene futuro como miembro de la realeza bajo el rey Carlos", afirman.