El 29 de septiembre es una fecha marcada en el calendario de la infanta Cristina (57 años) e Iñaki Urdangarin (54). Un día como este, pero en 1999, los exduques de Palma se estrenaban en la paternidad con el nacimiento de su primogénito, Juan Valentín, hoy convertido en un joven de 23 años, discreto, solidario e implicado con los más desfavorecidos. Las causas sociales, de hecho, han sido una de sus ocupaciones en este tormentoso año familiar en el que se ha anunciado la separación de sus padres.
El pasado mes de mayo, mientras su abuelo, el rey Juan Carlos I (84), disfrutaba de su breve regreso a España, Juan Valentín Urdangarin se encontraba cerca de la frontera de la India con Nepal, trabajando en un proyecto social de la ONG Entreculturas. El nieto de los reyes eméritos participaba junto a la Compañía de Jesús en una labor que vela por la educación y el desarrollo de los pueblos.
Pero esta no era la primera vez que Juan se dedicaba a las causas sociales. Mientras estudiaba Relaciones Internacionales en Madrid -grado que emprendió en Reino Unido, pero continuó en la capital de nuestro país para estar cerca de su padre cuando permanecía en la cárcel de Brieva, Ávila-, el primogénito de Cristina de Iñaki hacía voluntariado en las oficinas de la misma organización que lo llevó a la India.
Juan Valentín también ha prestado servicio a la ONG SAUCE, con que la que ya habían trabajado su madre y su abuela, la reina Sofía (83). En 2018, durante varios meses, el primogénito de los Urdangarin Borbón se desplazaba a Camboya para hacer voluntariado. El nieto de los eméritos viajaba hasta la capital, Battambang, para formar parte del Centro Arrupe, donde, junto a otros voluntarios, convivía con niños con alguna discapacidad provocada por las minas y los ataques durante la guerra civil.
Durante su estancia en Camboya, también se le vio en Lonely Café, otro de los proyectos de la ONG. Se trata de un local en el que se emplean a jóvenes nativos con problemas de discapacidad y estudiantes de la escuela apostólica. Sobre sus paredes cuelgan fotografías que, precisamente, dejan al descubierto la visita de la infanta Cristina.
Esta implicación en las causas sociales podría haberla heredado de su abuela materna, con quien mantiene un vínculo muy especial. Gran parte de la agenda de la reina Sofía está centrada en actividades y proyectos cuya misión es ayudar a los más desfavorecidos.
En enero de 2019, abuela y nieto asistían juntos a un concierto benéfico, celebrado en el Teatro Real de Madrid. Juan y la Reina emérita, junto a Irene de Grecia (80), disfrutaban de una propuesta inspirada en el concierto de Año Nuevo de Viena. Aquella salida no solo desvelaba la sintonía que mantienen ambos, sino también la personalidad discreta y algo tímida del hijo mayor de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin.
Ante la imagen pública, Juan Valentín no solo se ha mostrado como un joven solidario y comprometido. También como una persona reservada que busca proteger su intimidad y la de las suyos. A diferencia de sus primos, Victoria Federica (22) y Froilán (24), no ha sido objeto de polémicas.
Además, en este año familiar tan complicado, en el que ha salido a luz la separación de sus padres y la relación de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia (43), ha evitado pronunciarse. Mientras que su hermano Pablo (21) ha ejercido de 'portavoz' de la familia, él ha optado por mantenerse al margen. Son escasas las veces que se ha tenido que enfrentar a los micrófonos de la prensa.