Llevamos una semana muy intensa de trabajo de 'oficina'. Letizia (50 años) ha tenido tres actos de mañana en los que la norma ha sido el estilo working girl 100%. Todos estamos de acuerdo en que es lo correcto y lo que protocolariamente tiene que lucir, pero reconozcamos que es bastante aburrido. Además, parece que por los colores que ha elegido el otoño ha llegado a Zarzuela, y llevamos toda la semana viéndola vestir de colores apagados y tristes.

Este jueves 29 de septiembre, la Reina se ha reunido en Madrid con la Fundación del Español Urgente 'FundéuRAE', una de sus organizaciones favoritas, que vela por el buen uso de la lengua española. En su idea de vestir de forma correcta, tener una reunión, y de mañana, equivale a traje de chaqueta. Así que Letizia ha tirado de fondo de armario y ha lucido uno de sus dos piezas favoritos.

Se trata de un traje de chaqueta monocolor en un favorecedor color gris azulado de Bimba y Lola, que estrenó en La Coruña en un acto en febrero del 2020. Puede que para cederle todo el protagonismo a la blazer y al pantalón, Letizia ha decidido combinarlo con una sencilla camiseta de cuello en pico negra, que prácticamente no se ve.

Lo que sí se veían perfectamente eran los salones, que no son nuevos, pero que hacía mucho que no se los ponía. Se trata de unos taconazos de Steven Madden, que con la enfermedad que sufre en los pies, tienen que ser para ella una verdadera tortura a la hora de caminar. Letizia padece metatarsalgia, una dolorosa dolencia crónica que se produce en la planta del pie, cerca del inicio de los dedos, y que empeora con el uso de tacones altos, algo habitual en la mujer de Felipe VI (54).

Pese a todo, y aunque se ha dicho que la Reina "aborrece" los tacones, no quiere bajarse de ellos y este jueves ha calzado este diseño de la marca americana, que se distingue por tener una franja de vinilo transparente.

Como bolso, ha elegido el modelo de Nina Ricci llamado Marché, con cadena dorada y solapa delantera en print animal con correa de mano a modo de decoración. Los pendientes de aro en oro amarillo, que presentan una parte trenzada y la otra lisa, así como el anillo de Karen Hallam, ponían el toque de brillo de este look perfecto para la oficina que puede resultar bastante aburrido.