La agenda que durante tres días van a tener los Reyes en su visita de Estado a Alemania ha comenzado con la tradicional ceremonia de bienvenida. Los anfitriones de Felipe (54 años) y Letizia (50) serán su homólogo en el cargo en el país germano, el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier (66), y su esposa y primera dama, Elke Büdenbender (60). El acto ha tenido lugar en el Palacio de Bellevue, en Berlín. Esta construcción de 1786 está situada en medio del parque Tiergarten, en pleno centro de la ciudad. Tras esta primera visita, Felipe y Letizia participarán en una ofrenda floral en el Monumento a las Víctimas de la Guerra y la Tiranía.
Aunque el otoño todavía no ha entrado de pleno en la capital de Alemania, lo cierto es que las temperaturas ya están en modo frío y la Reina española conoce perfectamente lo que esto significa en esta ciudad, ya que su imagen muerta de frío posando delante de la puerta de Brandenburgo en 2014 por culpa de un abriguito de primavera se hizo viral aquellos días. Pero este lunes 17 de octubre el sol brillaba y ha decidido dejarse llevar por el estilo y dejar de lado el termómetro.
Parece que, para este viaje, la Reina ha decidido que el color es lo que le va a vestir, si este domingo era el fucsia intenso, hoy ha sido el azul. Un tono radiante y vivo. La pena es que ha coincidido con la primera dama alemana, tal vez protocolo tenía que haber hablado para que esto no sucediera.
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Letizia estaba radiante. Ha sido todo un acierto, son este tipo de estilismos los que la hacen famosa en toda Europa. En concreto en Alemania tiene muchísimos admiradores, y el look de hoy, seguro que les ha dejado sin palabras.
Se trata de un vestido lápiz, entallado en toda la silueta menos en el bajo que termina en un precioso volante, lo que le da un toque flamenco ideal. Es uno de los mejores estrenos que llevamos esta temporada, y hubiera sido mucho más correcto par el día de la Fiesta Nacional que el que eligió de Vogana.
El protagonismo del diseño está en la zona de los hombros. De manga corta y cuello Mao en corto, lleva un precioso detalle en pedrería como si fueran galones militares. Además, es escote en forma de gota, le daba un toque lady ideal. Se trata de un diseño firmado por Carolina Herrera, realizado en tejido de lana prensada, lo que le da ese peso que hace que le quede como un guante.
A pesar del dolor que le tiene que producir volver a subirse en los tacones, está claro que este vestido merece altura en los zapatos y por eso ha calzado unos salones de ante en el mismo tono de azul que el vestido. Teniendo en cuenta su dolencia, entenderíamos perfectamente que siguiera caminando en plano, pero… El caso es que los salones, firmados por Magrit, iban a juego del bolsito de mano que ha lucido esta mañana en Berlín.
Letizia ha querido dar por válida nuestra teoría sobre sus preferencias a la hora de peinarse y que reserva los recogidos para los momentos importantes y este lo era, así que ha lucido un moño bajo, con el pelo mojado y una marcada raya a un lado. Gracias a este look se podían ver perfectamente los aros con diamantes. En realidad, es una pena, ya que son parte de los pendientes de Bulgari que tanto nos gustan y que se desmontan. Hoy habrían sido perfectos con la lágrima en aguamarina que siempre lleva.
Ante esta demostración de poderío de esta mañana, morimos de ganas por ver lo que nos espera esta noche en la cena de Estado.