El testimonio de la amante más conocida del Juan Carlos I (84 años), recogido en el podcast Corinna y el Rey, no sólo está sacando a la luz detalles inéditos de su romance, también vuelve a poner en la palestra a otras mujeres que, como ella, parece que habrían formado parte de la vida amorosa del emérito. Como por ejemplo Sol Bacharach (68), la valenciana por la que él rompió su relación con Larsen en 2009, después de haberle regalado un anillo de compromiso como prueba de su amor.
La alemana lo recuerda como una verdadera traición, la más cruel y despiadada, sobre todo por la situación personal en la que se produjo. Ella acababa de perder a su padre a causa de un cáncer y regresó a Madrid en busca del calor de su pareja. Lo que encontró fue algo muy diferente.
Según su propio relato, el padre de Felipe VI (54) le echó en cara que hubiera estado ausente durante tantos meses y le informó de que llevaba un tiempo viéndose con alguien más. "Su nombre es Sol Bacharach, una empresaria rubia española", dice Larsen.
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El supuesto romance del emérito con esta abogada valenciana que ahora se convierte en protagonista invitada del podcast habría durado tres años y se habría solapado en el tiempo con el de la alemana. Sin embargo, la historia personal de Sol poco o nada tiene que ver con la de Larsen. La suya es una historia de tragedia y superación y su conexión con Juan Carlos I cuenta con una curiosa coincidencia.
Nacida en 1954, Sol fue profesora de Derecho Mercantil en la Universidad de Valencia durante 15 años y también ha tenido una dilatada carrera como empresaria, siendo muy conocida en los círculos financieros de su ciudad. Además de ser consejera de compañías como Dragados y Construcciones, también formó parte durante un tiempo de la junta directiva de la Asociación United World College, a la que pertenece el internado Galés donde actualmente cursa bachillerato la princesa Leonor (17). Este cargo le hizo visitar Zarzuela en más de una ocasión, lo que ha dado lugar a algún documento gráfico en el que también aparece la reina Sofía (84).
A nivel personal, Bacharach ha pasado por muchas dificultades y dos grandes tragedias, que ha superado con tesón y fuerza de voluntad. En el año 1992, su marido, el catedrático y político Manuel Broseta, padre de sus tres hijos, era asesinado de un tiro en la nuca por la banda terrorista ETA cuando iba a trabajar. Aquello la dejó completamente devastaba y aún no se había recuperado cuando la vida le dio otro golpe: la muerte de su hermana a causa de las adicciones que arrastraba.
Este fue el detonante de su gran declive, que la llevó a caer en el mismo problema y a tocar fondo. Le recetaron pastillas para la ansiedad y comenzó un consumo desordenado, mezclado con alcohol que desembocó en una severa adicción. La propia Sol Bacharach contaría su testimonio públicamente hace unos años en una charla sobre adicciones como directora del Centro Terapéutico Marenostrum de Barcelona.
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"El primer día que me tomé una pastilla me sentí tan bien que pensé que había encontrado la solución a mis problemas", contaba. "Yo toqué fondo cuando murió mi hermana, pero era adicta antes de su fallecimiento, aunque no lo quería reconocer, a pesar de las constantes súplicas de mi hijo para que dejara de beber, de empastillarme y de que me pusiera en tratamiento. Estaba todo el día colgada", dijo frente a las cámaras. "En mi entorno social no sufrí, al menos no lo percibí, rechazo. Delante de mí no hablaban sobre mi cuelgue diario, pero a mis espaldas sí comentaban que estaba como una zombi", añadía.
La terapia la ayudó a salir de aquello y en la actualidad sigue al frente del citado centro, desde donde cuenta su experiencia y anima a todos los que tengan ese problema a que luchen por salir. "Os digo a todos los que estéis leyendo estas líneas, seas enfermo, familiar, o amigo, que aquí está todo el equipo esperándoos para ayudaros a vivir sin consumir... ¡y además a vivir muy bien!", escribe en la web.
De la amistad especial o noviazgo de tres años con el rey emérito como lo cataloga Corinna Larsen Sol nunca se ha pronunciado. Pese a estar en esa lista del currículum amoroso de Juan Carlos, su vida ha seguido centrada en su familia y su labor de ayuda, alejada de unos rumores que vuelven a ser actualidad.