Pablo Urdangarin celebra su 22 cumpleaños de manera diferente. Es la primera vez que sopla las velas de la tarta tras la separación de sus padres y lo hace con una lesión en el tobillo derecho después de sufrir una aparatosa caída en el partido de balonmano que disputó el pasado viernes, 2 de diciembre, contra el equipo santanderino Blendio Sinfín.
Tal y como desvelan las imágenes compartidas por el Barcelona de balonmano, tras la caída el hijo de Iñaki Urdangarin (54) y la infanta Cristina (57) fue socorrido por sus compañeros mientras se encontraba tumbado en medio de la pista. Pablo sufrió una lesión que lo obligó abandonar el juego, apoyado por dos hombres del equipo que lo llevaron hasta los servicios médicos.
Aunque es una lesión muy habitual en los deportistas y por suerte, no ha sido grave, Pablo Urdangarin deberá guardar reposo hasta que se recupere de la lesión y pueda volver a su rutina deportiva con total normalidad.
El segundo hijo de los exduques de Palma juega con el Barcelona de balonmano desde octubre de 2021. Entonces debutó con el mismo equipo en el que jugó su padre, ante la atenta mirada de este y la infanta Cristina. Ambos se han convertido en su principal apoyo y son su gran referente. Así lo desvelaba él mismo en una entrevista concedida junto a su compañero Roberto Doménech el pasado octubre.
"Yo he podido aprender mucho de mis padres", aseguraba en aquella conversación el nieto de los Reyes eméritos antes de hacer una mención especial a Iñaki Urdangarin por su experiencia como jugador de balonmano. "Mi padre, por ejemplo, también ha sido deportista y ha tenido que estudiar a la vez que jugaba. Yo siempre he tenido a mis padres diciéndome que es muy importante porque nunca sabes cuándo puede pasar algo o cuándo se te puede acabar la carrera deportiva", decía el joven.
A día de hoy, Pablo Urdangarin se mantiene enfocado en el balonmano y en su carrera profesional. A la vez que juega con el Barça, el hijo de Iñaki y la infanta Cristina estudia Sport Management, una especie de administración de empresa pero relacionada con el sector deportivo, en la Universidad Europea de Barcelona.
En la mencionada entrevista, el joven afirmaba que "estudiar es algo necesario para un deportista". Pablo Urdangarin es consciente que, a pesar de su éxito deportivo, tanto a nivel educativo como personal siempre va a necesitar de una formación profesional.
Aunque sus progenitores ya no están juntos, Pablo ha sabido diferenciar los problemas de pareja con la relación de padres e hijos. Les ha ofrecido su apoyo incondicional y ante los medios se ha mostrado como un 'portavoz improvisado', desmintiendo cualquier malentendido e intentando mostrar la mejor cara de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
Desde que se conociera la ruptura de los exduques de Palma, Pablo Urdangarin ha hablado a los medios con respeto y templanza cada vez que se le aborda con alguna cuestión. Eso sí, ha evitado entrar en detalles, preservando su intimidad y la de su familia.