Ha llegado el día. Este jueves, 8 de diciembre de 2022, se ha estrenado a nivel mundial la docuserie protagonizada por los duques de Sussex, Harry de Inglaterra (38 años) y Meghan Markle (41). En concreto, la plataforma Netflix ha liberado los tres primeros capítulos, que ya se encuentran a disposición del público.
El primer capítulo, que ha sido analizado por EL ESPAÑOL, comienza con dos frases fundidas a negro: "La historia de Enrique y Meghan, contada de primera mano con documentos personales jamás mostrados" y "Miembros de la Familia Real se han negado a comentar el contenido de esta serie".
En este capítulo inaugural, los duques de Sussex explican lo que supuso para ellos abandonar la Casa Real británica y todos los ataques que recibieron en esos días por parte de los medios de comunicación, con titulares de la talla: "Dramático y sorprendente anuncio del príncipe Enrique y Meghan Markle", "Dan un paso atrás en sus deberes institucionales" o "El príncipe Enrique parece estar en una trayectoria de autodestrucción", entre otros.
También descubren al mundo su intimidad más familiar y doméstica con sus hijos - sobre todo, se muestran los primeros años de Archie (3)-, así como sus primeras citas y encuentros en la clandestinidad.
En un momento dado de la emisión, Harry se muestra especialmente duro con la Familia Real y ataca nuevamente, aunque de forma velada, a su hermano, Guillermo de Inglaterra (40), y a Carlos III (74): "Creo que para algunos miembros de la familia, sobre todo para los hombres, puede existir la tentación de casarse con alguien que encaje en el molde en vez de con alguien con quien puede que estés destinado a vivir. Es la diferencia de tomar decisiones con la cabeza o con el corazón".
En este punto, se acuerda de su madre, Lady Di: "Mi madre tomaba muchas decisiones, si no todas, con el corazón. Yo he salido a mi madre". En la introducción se ve al príncipe Harry en el aeropuerto londinense de Heaththrow mientras Meghan, con una toalla en el pelo, aparece en Vancouver -Canadá-, en el año 2020, justo cuando finalizaron las negociaciones con la Familia Real británica para poder desvincularse de sus deberes institucionales.
"Hola, estamos aquí en... miércoles, no sé qué de marzo de 2020. Acabamos de terminar dos semanas de nuestra última ronda de compromisos institucionales. Es muy duro mirar atrás ahora y decir ¿qué diablos ha pasado? ¿Cómo hemos acabado aquí?", comienza el hijo menor de la desaparecida Diana de Gales.
Añade: "Mi trabajo es proteger a mi familia. (...) Una vez nacido en esta posición, con todo lo que eso conlleva y el nivel de odio que se ha originado en los últimos años, sobre todo contra mi mujer y mi hijo... Estoy profundamente preocupado por la seguridad de mi familia. (...) Es una cuestión de deber y servicio, y creo que al pertenecer a esta familia tengo el deber de destacar la explotación y el soborno que se producen en nuestros medios".
Markle se muestra casi todo el tiempo embargada por la emoción: "Yo sólo quiero que se acabe todo esto. Ya no sé qué decir. (...) Por desgracia, no están defendiendo nada. Nos están destruyendo".
"Esta no es sólo nuestra historia, siempre ha sido algo más grande que nosotros. Nadie sabe la verdad, pero nosotros sí. La Institución sabe toda la verdad y los medios también porque están metidos en esto. Creo que cualquier otro en mi situación habría hecho lo mismo", apostilla Harry de Inglaterra.
Su historia de amor
Todo comenzó en octubre de 2015, cuando durante una entrevista a una exitosa actriz llamada Meghan Markle le preguntan: "¿El príncipe Guillermo o el príncipe Enrique?". Meghan se ruboriza: "No lo sé. ¿Enrique? Vale". Harry sonríe al recordar ese momento: "Mira hasta dónde hemos llegado".
Y reflexiona: "Es una gran historia de amor y lo más increíble es que creo que esta historia de amor sólo está empezando. (...) Ella sacrificó todo lo que tenía, la libertad que tenía para unirse a mi mundo. Y luego, al poco tiempo, yo acabé sacrificando todo lo que conocía para unirme a su mundo".
Le preguntan a Meghan en la docuserie: "¿Por qué querías hacer este documental?". Ella responde: "No voy a decir que sea cómodo, pero ves que la gente no tiene ni idea de quién eres desde hace tanto tiempo, da gusto que la gente pueda ver lo que ha pasado y también quiénes somos. (...) Hemos sido muy conscientes de proteger a nuestros hijos lo más posible y de entender el papel que tienen en esta familia tan histórica".
Harry profundiza en la idea: "Un amigo nos recomendó que nos documentásemos a nosotros mismos durante este período. Con toda la desinformación que había por ahí, sobre todo de nosotros y la salida, parecía una idea que era muy sensata".
Esta historia de amor arranca en julio de 2016. Meghan está soltera y quiere disfrutar de su buen momento profesional: "Justo antes de conocernos nos habían dado otra temporada de la serie Suits. Luego estuve soltera un par de meses y dije 'se acabó, vamos a viajar'. 'Venga, chicas, vámonos'".
No obstante, Harry prorrumpe en su vida. "Tenía una carrera, tenía mi camino, y entonces apareció él. Él sí que fue una sorpresa inesperada", sostiene la otrora actriz. "Meghan y yo nos conocimos por Instagram. Estaba pasando mi hilo y alguien que era una amiga tenía un vídeo de las dos. Era como un snapchat. Meghan tenía orejas de perro y todo. Cuando la vi pensé '¿quién es esa?'", desvela el nieto de la malograda Isabel II.
"Mi amiga me mandó un mail diciéndome 'sé que has dicho que estás soltera, pero un amigo me ha preguntado por ti, así que a lo mejor quieres conocerlo'. Y le pregunté '¿quién es? Y ella me dijo que el príncipe Enrique. Y yo le dije '¿quién es ese?' Pregunté si podía ver su Instagram. No lo busqué en Google, pero es como hacer los deberes. Y dije 'a ver cómo es en su Instagram. No lo que dicen los demás de él, sino lo que él muestra de sí mismo'. Para mí ese fue el mejor barómetro", recuerda Markle.
"Intercambiamos teléfonos y estuvimos en contacto hasta que dije 'vamos a vernos'", añade Harry. "Quedamos y llegó tarde. No entendía por qué llegaba tarde, pero no paraba de escribirme 'estoy en un atasco, lo siento", trae al presente Meghan. Y suelta una suerte de pulla: "Yo no le conocía y pensé 'ah, ¿esto es lo que hace? Entiendo. No pienso hacer esto, no voy a quedarme. Pensé que eras de esos tíos que tienen tanto ego que una chica va a quedarse media hora esperándole. Y eso no me interesaba".
Eso sí, pese a todo, Meghan no puede por más que acordarse de los buenos momentos: "Fue tan divertido, refrescantemente divertido. Esa fue la clave, que éramos como niños. (...) Me fui al cabo de una hora y le dije que tenía otros planes. Le llamé aquella noche y le dije 'oye, me voy pasado mañana. ¿Quieres cenar mañana?' Debió pensar que estaba siendo muy lanzada y americana. ¡Me lo dijo! Y sí, cenamos a la noche siguiente en el mismo sitio".
Tras esa segunda cita, para ella ya no había ningún género de duda: "Nos hicimos una foto, queríamos captar la sensación de estar en ese restaurante. Y dije 'Dios mío, creo que lo voy a intentar'". Él interviene en ese recuerdo: "Pensé 'esta chica, esta mujer es maravillosa. Es lo que estaba buscando. Es tan natural y tan relajada'".
El acoso a Lady Di
"¿Que si recuerdo cuándo comprendí que mi familia era diferente? No, creo que es algo gradual. No hay un punto en el que mi abuela se pone con un puntero y dice 'a ver, esto es lo que significa pertenecer a la Familia Real'. No, eso no pasa".
Sobre la figura de Lady Di, de su madre, Enrique casi se deja arramblar por la emoción: "No tengo muchos recuerdos de mi madre. Es como si, internamente, los hubiese bloqueado. Pero siempre me acuerdo de su risa descarada. Ella me decía 'si haces algo malo, que no te pillen'. Siempre seré esa persona descarada".
Los fotógrafos han formado parte de su evolución, como recuerda con pesar: "La mayoría de mis recuerdos es de estar rodeado de paparazzis. Rara vez teníamos unas vacaciones sin que alguien saltase de un arbusto o algo así. (..) Nos acosaban hasta tal punto que nos veíamos obligados a sonreír y a contestar. Me sentí muy incómodo desde el principio".
Reflexiona Harry sobre la presión mediática y lo mal que lo pasó la familia, sobre todo su madre: "Dentro de la familia, dentro del sistema, el consejo que siempre te dan es 'no reacciones, no eches leña al fuego'. Siempre había presión mediática, con su buena parte de drama. Estrés y también lágrimas. Yo veía esas lágrimas, siempre las veía en la cara de mi madre. En esos momentos, pensaba '¿qué soy?', '¿quién soy?', '¿de qué formo parte?'.
En todo momento, Enrique expulsa y salva a su madre de su particular quema. De hecho, rememora el momento en que Diana se enfrentó a la prensa en 1995, en Suiza, mientras practicaban esquí: "Mi madre siempre nos quiso proteger. Ella se propuso enfrentarse a esa gente. Creo que había vivido la experiencia de cómo sufría y se sentía obligada a hablar de ello".
Y añade: "En la entrevista de Panorama la engañaron para que la concediera, ahora lo sabemos. Pero al mismo tiempo contó la verdad de su experiencia. Mi madre fue acosada durante toda su vida con mi padre, pero cuando se separaron el acoso pasó a otro nivel. (...) En cuanto se divorció y abandonó la Institución, se quedó sola. Yo vi cosas, viví cosas, aprendí cosas... El dolor y el sufrimiento de las mujeres que se casan con esta Institución. Recuerdo que pensé '¿cómo voy a encontrar a alguien que esté dispuesta y sea capaz de soportar toda la carga que supone estar conmigo?'".
Harry de Inglaterra viaja a su adolescencia y puntualiza: "Todas las relaciones que he tenido en cuestión de semanas o meses aparecían en todos los periódicos. Y la familia de ella era acosada y su vida se ponía patas arribas. Así que, la tercera o cuarta novia decía 'un momento, no sé si quiero esto'. (...) Cuando conocí a Meghan me aterró que los medios la espantasen. Sabía que la única forma de que funcionara era manteniéndolo en secreto todo lo posible".
Los primeros tiempos con Markle fueron secretos, días de llamadas y FaceTime. "Llegamos a conocernos como cualquier otra persona en el sentido de '¿qué te gusta comer?', '¿qué clase de películas te gustan?', asegura Meghan. Harry interviene: "Meghan es muy similar a mi madre. Tiene la misma compasión, la misma empatía, la misma confianza. Tiene una gran ternura".
31 de agosto de 1997
Muerte de Lady Di en un accidente de tráfico. "Cuando mi madre murió, vivimos las dos caras de la moneda. Dos hijos de luto queriendo llorar y sufrir, y procesar ese dolor de perder a nuestra madre. Y la otra, la cara oficial, no llorar, no mostrar emoción, saludar a la gente. El Reino Unido nos acogió a Guillermo y a mí como a sus hijos", sostiene Harry, emocionado.
"Ahí fue cuando todo lo que le había pasado a nuestra madre, empezó a pasarnos a nosotros. No todas las noticias que se dieron de mí eran falsas, pero las exageraban y las adornaban un montón. 'Va dando tumbos', 'Toma drogas', 'Bebe', 'Sale hasta tarde', 'Va de discotecas'... ¿Qué está pasando? (...) Era demasiado. Todo lo que estaba pasando en el Reino Unido era muy intenso. (...) Yo intentaba superar la muerte de mi madre sin mucho apoyo ni guía".