En la primavera de 2014, el rey Juan Carlos (84 años), consciente de sus planes de abdicar la corona de España en su hijo Felipe (54), viajó a Londres, como solía, y le comunicó a su entonces ya expareja, Corinna Larsen (58), que tras su histórica decisión se mudaría allí. No sólo a su ciudad, sino también a su barrio: Belgravia.
La vivienda a la que el Emérito planeó trasladarse era un ático, regalo de su íntimo amigo, el sultán de Omán, Qabus bin Said Al Said, que costó la cantidad de 50 millones de libras, unos 57 millones de euros.
La obsesión del soberano por Corinna llegaba a un punto tal álgido por aquel entonces que quiso decorar su recién recibido penthouse exactamente igual que el de su ex. "Él, básicamente, pidió la demolición completa y la restauración. Sólo las obras costaron cuatro millones de libras", desvela la empresaria germano-danesa en su controvertido pódcast Corinna y el Rey.
[El día que la emérita Sofía firmó el consentimiento para "castrar" al rey Juan Carlos]
"Todavía estoy lo suficientemente asustada como para saber que si no coopero [con la decoración completa del ático], las consecuencias serán aún más severas", apunta Larsen. El apartamento es otro bien escondido del rey Juan Carlos. Corinna se encargó de que todo estuviera a gusto del jefe del Estado: cada cuchara de café, servilleta, toalla, cojín o libro fue incluido en la remodelación masiva del ático "y se contabilizan todos los gastos, abiertamente, dentro de la ley", deslizan en el episodio siete.
"De repente, empiezo a recibir correos electrónicos del constructor informándome de un cambio en la titularidad", señala Larsen. La titularidad del apartamento de 50 millones de libras fue transferida a un hombre llamado Mohamed El Husseiny. Pero ¿quién es él? ¿Cuál es su vínculo con el rey Juan Carlos?
Mohamed El Husseiny (40), a quienes sus allegados llaman cariñosamente Mo, es un ciudadano de nacionalidad británica y origen libanés. Fue educado en el prestigioso y exclusivo internado Gordonstoun School, situado en Escocia, al noroeste de Elgin. Se trata del colegio privado en el que estudiaron el actual rey Carlos III de Reino Unido (74) y su padre, el fallecido duque Felipe de Edimburgo.
Mo trabajó para Goldman Sachs y en palabras de Corinna "es un joven educado, elocuente, exitoso". Ella lo conoció mientras hacía negocios en Abu Dabi, su padre es un empresario con importantes intereses en España y fue la propia Larsen quien le presentó al rey Juan Carlos.
En la actualidad, Mo es uno de los grandes accionistas del Royal Albert Hall. Así lo describen en su perfil como trust: "Fundó Ventura Capital, una compañía de inversión enfocada en empresas de tecnología de ciberseguridad, fin-tech y consumo privado. Ventura ha invertido 800 millones de dólares en 27 empresas, incluidas Coursera, Delos, Uber, Spotify, Paytm, Railsbank, Owlstone Medical y DNA Nudge".
"Desde 2014", prosiguen, "es miembro del comité del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de Bruselas cuyo objetivo es avanzar e integrar la Política Bancaria y Financiera Europea". Según ha podido averiguar EL ESPAÑOL, también es Socio de Honor del Real Club Náutico de Sanxenxo, donde forma parte de la Junta como Vocal y donde participa anualmente con su esposa, Zoë Onions (37) y sus dos hijas.
A mediados de 2016, Mo, que mantenía una comunicación más que fluida y una relación más que estrecha con el rey Juan Carlos, le informó de que había decidido casarse en España y que deseaba que fuera su padrino en la gran celebración que duró tres días en Madrid.
En ese momento, el Emérito, que acepta de buena gana la petición del magnate, convence a la embajada de Omán -aquellos que le regalaron el ático de Londres- para que el título de propiedad fuera traspasado a El Husseiny como regalo de boda.
El soberano asistió al enlace de Mo con Zoë Onions -hoy Zoë El Husseiny-, directora creativa de su propia firma de complementos, Peonica London, a la que el poderoso empresario de raíces libanesas pidió matrimonio con un anillo de Dhamani coronado por un diamante de 16 quilates.
El enlace tuvo lugar en el Real Casino de Madrid, ubicado en el número 15 de la calle Alcalá. La novia llevó tres vestidos. El primero, para la ceremonia, firmado por Vera Wang, era de tul de seda vaporoso, con pétalos y un velo diseñado a medida. Para la cena, un vestido-capa de Mikael D, con forma de ángel.
Para la fiesta, lució un divertido vestido de malla de seda de Valentino con una falda de Oscar de la Renta. Las pruebas oficiales de que Juan Carlos estuvo sentado en la mesa presidencial como padrino de la boda son las dos fotografías que publica la versión arabia de la revista Harper's Bazaar.
Mo El Husseiny, tal y como desveló El Confidencial a mediados de 2021, solo conservó la propiedad del ático de Londres durante unos meses después de la boda y, según las fuentes consultadas por el citado medio, nunca llegó a utilizarlo.