La Nochebuena está a la vuelta de la esquina y como ocurre en todos los hogares españoles, en el palacio de La Zarzuela también se preparan para vivirla en toda su intensidad. Desde que Felipe VI (54 años) llegara al trono las cosas han cambiado mucho, tanto en el ámbito público como privado. Si el día de su proclamación, aquel 19 de junio de 2004, prometió una monarquía renovada y con nuevos aires, es algo que también ha ocurrido en el seno del hogar de la familia Borbón Ortiz.
Con el anterior monarca la Nochebuena era la noche grande en Zarzuela. Las fiestas navideñas comenzaban el 20 de diciembre. Este día es el cumpleaños de la infanta Elena (59) y era tradición comer todos juntos para comenzar con los festejos. La gran cita llegaba el 24, una velada en la que todos se reunían para ver el mensaje de Navidad de Juan Carlos (84) rodeados de decenas de invitados a la mesa. No faltaban Irene de Grecia (80), las hermanas del Emérito; la fallecida infanta Pilar con todos sus hijos y la infanta Margarita (83) con su marido y sus hijos. Durante varias Nochebuenas también se reunían allí Constantino de Grecia (82)con su esposa, Ana María (76), y sus cinco vástagos. En total podían llegar a juntarse más de cien personas para celebrar una noche tan especial.
En esa cena el menú estaba elaborado con recetas tradicionales como la sopa de almendras, pavo, besugo, perdices escabechadas o cordero. De postre había higos secos, dátiles (los favoritos de la emérita Sofía), tartas y, sobre todo, mucho turrón, un dulce que le vuelve loco al hermano de la reina emérita. Todo eran risas y el inglés era la lengua oficial en aquellas nochebuenas, lo que hizo que la primera Navidad en Zarzuela de Letizia (50), que no hablaba muy bien el inglés por aquel entonces, le resultara muy complicada en aquel lejano 2003. Tras la cena llegaba la entrega de los regalos, el momento favorito de la reina Sofía.
Pero esos tiempos han quedado atrás y el cordón sanitario que Felipe VI ha puesto con su familia, a causa de los muchos escándalos que no paran de saltar y ensombrecer la imagen de la Corona, ha provocado que esas nochebuenas multitudinarias no vuelvan a suceder. Los Reyes se tomarán las vacaciones de Navidad al más puro estilo escolar. Aprovechando que Leonor (17) se encuentra en Madrid de vacaciones y que la infanta Sofía (15) no tiene colegio, pasarán juntos todo el tiempo posible.
Los Reyes y sus hijas disfrutarán de una cena de Nochebuena tranquila. A la mesa sólo estarán ellos cuatro y la madre de la Reina, Paloma Rocasolano (70), que tiene como costumbre pasar las fiestas con su hija. Antes de ver en la televisión el mensaje de Navidad, pasarán por la zona residencial de la reina Sofía, para desearle feliz noche a ella y la princesa Irene de Grecia.
La esposa de Felipe VI quiere que esté todo listo antes de las siete de la tarde. No es porque vayan a cenar pronto, sino porque la tradición de Casa Real es que todo el personal que trabaja allí, menos el de seguridad, pueda irse a sus casas para cenar con sus respectivas familias. Esa noche la Familia Real se sirve sola.
El menú lo elige y decide Letizia, pero es cierto que en Nochebuena suele hacer alguna concesión al capricho y deja que la familia se salga de la estricta dieta healthy que siguen todos sus miembros. Pavo relleno de verduras, salmón ahumado, pudín de marisco, jamón ibérico, foie y angulas son parte de las delicias que van a probar esa noche. Además, como postre siempre hay dulces navideños, fruta y el helado favorito de Paloma Rocasolano, el de sabor café.
Tras la cena, y como hacían en las nochebuenas bulliciosas de la antigua Zarzuela, se acercan todos al árbol de Navidad para compartir los regalos. Se recupera además la tradición, pues con la pandemia se dejó de hacer, de que se acerquen varios amigos íntimos de los Reyes, tanto del grupo del Rey como de los de Letizia. Y así la velada se alarga hasta altas horas de la madrugada.
Puede que en esta ocasión a la fiesta de después de la cena se una la hermana de la Reina, Telma Ortiz (49) con su actual pareja, el abogado irlandés, Robert Gavin Bonnan, con el que tiene una hija de poco más de un año llamada Erin. El sábado pasado, ambos se encontraban en un centro comercial cercano a la casa de su padre, Jesús Ortiz (73), tomando un café con él y su esposa, Ana Togores (55). Durante la merienda familiar, en la que también se encontraba Carla Vigo (22), la hija de la fallecida Érika, estuvieron comentando esa posibilidad, la de acercarse luego a tomar algo con la Familia Real después de la cena de Nochebuena.
El caso es que los Borbón Ortiz pasarán una Nochebuena de lo más tradicional y tranquila, lo que todavía no tienen claros, según nos asegura una persona cercana a la familia, son los planes de Nochevieja, ya que tanto la princesa de Asturias como la infanta Sofía se resisten a salir de Madrid para poder así acudir a alguna de las muchas fiestas que sus amigos del colegio (previa firma de que nadie va a llevar un móvil encima) celebran para festejar la llegada del año nuevo.
Hace menos de un mes se barajaba la posibilidad de Brasil como destino de toda la familia para despedir el 2022. El motivo es que el Rey tiene que acudir el día 1 de enero a la toma de posesión del presidente electo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (77). Felipe VI sale a las dos de la madrugada del día uno de la base de Torrejón de Ardoz, por lo que podría cenar con su familia y tomarse las uvas, pero tendrá que salir pitando para coger el vuelo que le llevará a la otra punta del planeta. Son diez horas de vuelo y llega justo, gracias a el cambio horario, para la ceremonia, que será a las 14.30 hora local de Brasil. Una verdadera paliza. "Entonces se valoró la posibilidad de que fueran todas con él, pasar un par de días en Brasil y que luego acudiera el Rey a la ceremonia, pero finalmente se ha descartado y cenará a toda velocidad, se comerá las uvas y se marchará", nos explica una fuente cercana al equipo del Rey.