Eran las declaraciones más esperadas después del revuelo que ha levantado el contenido de sus memorias, que salen a la venta el martes 10 de enero, y el príncipe Harry (38 años) no ha defraudado. En sus dos primeras entrevistas para la cadena británica ITV y la estadounidense CBS, el hijo menor de Carlos III de Inglaterra (74) se ha defendido de las críticas y ha echado un poco más de leña al fuego atacando frontalmente el silencio de la Casa Real frente a los abusos que tanto él como Meghan Markle (41), han sufrido por parte de la prensa inglesa. Como ejemplo, el demoledor artículo de The Sun donde se decía que había que "lanzarle excrementos" a su esposa. No hubo respuesta.
Mientras el Rey, hastiado y triste, reacciona ante la publicación del libro apartando al duque de Sussex de su coronación, éste insiste en afirmar que tiene sentimientos muy fuertes por los suyos. "Amo a mi padre, amo a mi hermano, amo a mi familia. No tenía intención de lastimarlos", le ha dicho al periodista Tom Bradby (55). Sin embargo, cree también que "algunos miembros han decidido meterse en la cama con el diablo" para rehabilitar su propia imagen, refiriéndose a su relación con los tabloides.
Durante la ronda de preguntas que contestó en ITV, Harry habló de la reina Camilla (75) y no se arrepintió de haber escrito en uno de los capítulos de sus memorias que sus intereses habían sido "sacrificados en el altar de relaciones públicas" de la esposa de su padre. Niega que sus palabras hayan sido mordaces: "¿Mordaz? No hay parte de ninguna de las cosas que he dicho que son mordaces hacia cualquier miembro de mi familia, especialmente no hacia mi madrastra. Hay cosas que han sucedido que han sido increíblemente dolorosas, algunas en el pasado, algunas en la actualidad".
Uno de los reproches más recurrentes del príncipe durante ambas entrevistas es el clamoroso silencio que, a su entender, la Familia Real Británica ha mantenido durante todos estos años, pese a los encarnizados ataques que ha recibido la duquesa de Sussex. Resalta especialmente la columna publicada por The Sun el mes pasado en la que el autor escribía que "soñaba con el día en que la obligaran a desfilar desnuda por las calles de todos los pueblos de Gran Bretaña mientras la multitud gritaba: '¡Qué vergüenza!', y arrojarle montones de excrementos".
Aunque el artículo fue retirado y se ofreció una disculpa pública, Harry lo describe como "horrible, hiriente y cruel con mi esposa". Nuevamente esperaba una reacción por parte de los actuales reyes, Carlos y Camilla, pero eso no sucedió. "El mundo está pidiendo algún tipo de comentario de la monarquía. Pero el silencio es ensordecedor. Por decirlo suavemente. Todo lo que tiene que ver con mi esposa, después de seis años, no han dicho nada", confesaba ante Tom Bradby.
Otro de los temas que ha tratado después de confesar en sus memorias que el príncipe Guillermo (40) le agredió en una ocasión es precisamente la relación entre ambos. Pese a todo, Harry sigue insistiendo: "Mi hermano y yo nos amamos. Lo amo profundamente. Ha habido mucho dolor entre nosotros dos, especialmente en los últimos seis años. Nada de lo que he escrito, nada de lo que he incluido tiene la intención de lastimar a mi familia. Pero da una imagen completa de la situación a medida que crecíamos, y también aplasta esta idea de que de alguna manera mi esposa fue la que destruyó la relación entre estos dos hermanos".
En cuanto a la relación de Meghan con la actual princesa de Gales, Harry no ha dudado en confirmar que nunca se llevaron bien y ha contado frente a sus entrevistadores algunos momentos complicados que han sucedido entre ambas, como cuando Kate Middleton (41) exigió a su cuñada que se disculpara por un comentario que había hecho sin mala intención o la pelea que protagonizaron durante un acto oficial. Después de todo esto, la reconciliación de los Windsor parece complicada. Así lo ha confirmado el propio duque de Sussex: "He escrito cartas y enviado correos electrónicos a los distintos miembros de la familia. Quiero la reconciliación, pero primero debe haber algo de rendir cuentas. No puedes seguir diciéndome que estoy delirando y que soy un paranoico cuando todas las pruebas están acumuladas".