El año ha comenzado con una polémica royal, al margen del terremoto provocado por el nuevo libro de memorias del duque de Sussex. Los Bernadotte también se han visto envueltos en un escándalo a raíz de las declaraciones de Carlos Gustavo de Suecia (76 años) donde se lamentaba de que la abolición de la Ley Sálica en su país hubiera apartado del trono a su hijo varón, Carlos Felipe (43) en favor de su primogénita.
El monarca ha recibido fuertes críticas por estas sorprendentes opiniones, que han sido interpretadas como una falta de apoyo a la princesa Victoria de Suecia (45) pues de ellas se desprende que hubiera preferido a su hermano para el puesto. Lejos de enfadarse, al menos no públicamente, la futura reina de los suecos ha cerrado filas en torno a su padre con un posado en la nieve que escenifica su buena relación y unidad.
Ha sucedido durante al congreso Nacional Pueblo y Defensa celebrado en la localidad de Sälen. Ambos han 'regalado' a la prensa una bucólica jornada de esquí, uno de sus deportes favoritos, en la que han mostrado una gran complicidad. Tratan así de pasar página ante un espinoso asunto que ha obligado al Rey a explicarse públicamente.
La polémica surgió hace unos días en una entrevista que Carlos Gustavo concedió a la cadena pública SVT donde expresó su opinión sincera sobre la sucesión al trono. En 1979 el Parlamento sueco abolió la ley que no permitía reinar a las mujeres, que entraría en vigor dos años después, lo que cambió el orden sucesorio colocando a la primogénita en el primer puesto.
Carlos Gustavo cree que fue terrible e injusto: "Arrebatar el título de sucesor a Carlos Felipe fue un error. Mi hijo nació como príncipe heredero y, de repente, todo cambió y él perdió todo. Fue muy extraño. Sigo pensando que la ley no debe modificarse con carácter retroactivo". Matiza, eso sí, que esa circunstancia nunca ha empañado la buena relación que existe entre los hermanos.
Sus palabras provocaron mucho revuelo y críticas encendidas que le calificaban de "machista" y "anticuado". Tanto que el monarca se veía obligado a matizar sus palabras en un comunicado oficial, en el que reafirmaba su apoyo a Victoria y dejaba claro que no tiene problemas con que las mujeres reinen. "Me ha dolido mucho cuando he visto los comentarios que insinúan que no apoyo a mi hija, la princesa Victoria, como heredera al trono. Una heredera al trono es para mí una obviedad. La princesa heredera es mi sucesora. Es un activo extraordinario para mí, mi familia y nuestro país. Estoy orgulloso de ella y su incansable trabajo para Suecia", ha dicho.
La polémica entrevista forma parte de un documental que se está preparando para conmemorar el 50 aniversario de Carlos Gustavo en el trono, el próximo mes de septiembre. Algunos sectores de la prensa sueca consideran que resulta muy chocante que el Rey "siga cuestionando abiertamente una decisión adoptada por el Parlamento sueco por amplia mayoría hace más de 40 años".
Pese a todo, la princesa Victoria, que es uno de los miembros más valorados de la Familia Real y para muchos un soplo de aire fresco en la institución, sigue con su hoja de ruta sin hacer nada que exprese enfado o malestar con su padre. Ambos se fundieron en un significativo abrazo en su primer acto juntos tras la polémica y han querido reforzar su unión con sus nuevas fotos esquiando. La heredera, muy sonriente en todo momento, y bromeando con el Rey y los reporteros.