Este miércoles, 25 de enero, Charlène de Mónaco celebra su 45 cumpleaños, un número redondo que alcanza en medio de rumores. En los últimos días, la Princesa ha causado baja en los primeros actos del Principado, generando gran preocupación entre los monegascos, debido a los baches de salud que sufrió en 2021 y que la alejaron de sus compromisos institucionales. 

En mayo de 2021 Charlène viajó a Sudáfrica como parte de un proyecto centrado en la conservación de la fauna salvaje y en la lucha contra la caza furtiva. Una travesía que se prolongó más de lo previsto debido a una grave infección de oídos, nariz y garganta que contrajo tras someterse a un levantamiento de senos paranasales e injerto óseo. Hasta ahora se desconoce si su reciente ausencia se deba a algún problema de salud. En cualquier caso, se mantiene refugiada en su marido, sus hijos y sus padres, que se han mudado de manera provisional a las inmediaciones del Principado para estar cerca de la exnadadora. 

[Preocupación por Charlène de Mónaco tras ausentarse de las primeras grandes citas de 2023]

Charlène llegó a la familia Grimaldi en 2006, cuando inició su romance con el príncipe Alberto (64). Desde entonces han pasado 17 años y su historia ya no es la misma. Tampoco su imagen. Si algo caracteriza a la Princesa es que, en términos estilísticos, no lo teme al cambio. La sudafricana ha arriesgado, y mucho, en los momentos más significativos de su vida. Alejada de la típica imagen de una royal, siempre ha mostrado su personalidad a través de sus looks. 

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    Llegada al Principado

    Aunque se conocieron a comienzos de los 2000, Charlène y Alberto de Mónaco iniciaron su relación en 2006. Entonces ella era una exitosa nadadora de 28 años, y él, de 47, el heredero de Grace Kelly y Rainiero, quien había fallecido el año anterior. Fue entonces cuando la ahora Princesa llegó al Principado y marcó un antes y después en su vida. 

    En aquella época Charlène mantenía una imagen jovial, caracterizada por su melena rubia hasta los hombros y peinada al natural. 
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    Compromiso

    En junio de 2010, cuatro años después de iniciar su relación, la Casa Real monegasca anunció el compromiso entre Charlène y Alberto de Mónaco. La noticia iba acompañada de una imagen de ambos en la que ya comenzaba a notarse la transformación estilística de la exnadadora. 

    En el posado, Charlène se mostraba con un vestido verde agua, anudado al cuello, que completaba con un impoluto peinado hacia atrás. 
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    Boda

    Fue en julio de 2022 cuando Charlène y Alberto se dieron el 'sí, quiero' en el patio del Palacio de los Grimaldi ante 3.500 invitados. Para la ocasión, la exnadadora eligió un vestido nupcial que completó con un elegante peinado con el que consiguió su imagen más glam, y si cabe, más royal. La Princesa se ha caracterizado por alejarse de los estereotipos de las casa reales, atreviéndose con todo tipo de looks. 

    El día de su enlace, Charlène de Mónaco recogió la melena en un moño bajo que completó con un tocado en color plateado. 
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    Embarazo

    Durante su embarazo, Charlène de Mónaco siguió cumpliendo con los actos marcados en la agenda de Casa Real. Entonces mantuvo su misma línea estilística y, fiel a su esencia, probó con varios peinados. Uno de los más llamativos fue una especie de wet look -muy en tendencia en los últimos años- al que años más tarde volvió a recurrir. 
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    Madre de mellizos

    El 10 de diciembre de 2014, Charlène de Mónaco se convirtió en madre. Aquel día de otoño llegaban al mundo los mellizos Jacques y Gabriella, los únicos hijos en común del exnadadora y Alberto de Mónaco. El heredero ya tenía experiencia en la paternidad. 

    Días después de su nacimiento llegó la presentación oficial. El matrimonio posó en el balcón de Palacio con los pequeños en brazo. Para un momento tan significativo, la exnadadora volvía a renovar imagen. Entonces aparecía con la melena muy corta, algo más rubia y el flequillo recto. 
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    Objeto de críticas

    Tras convertirse en madre, las apariciones públicas de Charlène mermaron. La Princesa causó bajas en algunos compromisos del Principado y generó controversia entre los monegascos. La mujer del príncipe Alberto recibió fuertes críticas por estar ausente de sus actos. 

    Por aquel entonces se mostraba, como siempre, con diferentes peinados. Pero este, también estilo wet, fue uno de los más notorios. Charlène, de carácter irreverente, lo acentuaba con un fuerte maquillaje con total protagonismo en los ojos. 
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    Tristeza y dolor

    A pesar de mostrarse rebelde e irreverente a través de sus looks, Charlène de Mónaco siempre ha llamado la atención por su gesto serio. Sobre todo, en los últimos años. En 2019, en medio de tantas especulaciones, la Princesa se atrevió a confesar en una entrevista que aquel año había sido complicado y triste por la pérdida de dos amigos en un período de tiempo muy corto. 

    El luto y el dolor se hizo notar en sus gestos, pero también en su peinado. Durante un tiempo, Charlène dejó a un lado los riesgos, en cuanto a cortes y estilos, y se mostró con un peinado sencillo, natural y por detrás de las orejas. 
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    El año de la pandemia

    En el año de la pandemia por el coronavirus, la agenda de Charlène también se vio afectada debido a las restricciones impuestas para hacer frente al virus. Tras el desconfinamiento, sus looks, como el de sus compañeras royal, estuvieron acompañados por la rigurosa mascarilla. 

    De aquel año es recordada esta imagen que llevó durante varios meses. Charlène volvió a atreverse con el flequillo, dejando su melena rubia y corta. Un estilo muy similar al que lleva ahora su hija, Gabriella. 
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    El 'look' del escándalo

    Aunque sus constantes cambios de imagen no era nada nuevo para los monegascos, el look que llevó en un evento navideño del Principado en 2020 generó gran polémica. 

    Charlène consiguió una apariencia urbana y punk que nada tenía que ver con sus estilos anteriores y con la que se apartaba de las clásicas apariencias de las royals. Si bien mantuvo el pelo el corto, la Princesa se rapó parte de su melena, mostrando su lado más rebelde. Además, se la oscureció hasta conseguir un rubio cenizo. 
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    Seis meses en África

    En mayo de 2021, Charlène de Mónaco viajó a Sudáfrica como parte de un proyecto centrado en la conservación de la fauna salvaje y en la lucha contra la caza furtiva. Una travesía que se prolongó más de lo previsto debido a una grave infección de oídos, nariz y garganta que contrajo tras someterse a un levantamiento de senos paranasales e injerto óseo.

    Su situación se manejó con bastante discreción. Pero en ocasiones, la Princesa mostró en sus redes sociales algunos momentos de su estancia en África, que también dejaron al descubierto su nueva apariencia. Además de lucir trajes de camuflaje, llevó un peinado de apariencia masculina, producto de su último y radical corte. 
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    Problemas de salud

    Los gestos tristes de Charlène regresaron con su delicado estado de salud, que la obligó a pasar por quirófano en varias ocasiones y a permanecer en Sudáfrica más tiempo de lo previsto. Su marido y sus hijos la visitaron en alguna ocasión que, posteriormente, compartieron con todos los monegascos. A través de sus redes sociales la Princesa mostró varios álbumes, en los que lucía afligida, más delgada, con outfits de camuflaje y la cabeza cubierta con un pañuelo y un sombrero. 
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    Vuelta a casa

    El 16 de noviembre, seis meses después de viajar a Sudáfrica, Charlène de Mónaco regresó al Principado. Su llegada fue inmortalizada con esta estampa familiar, en la que la Princesa posaba con un atuendo oscuro, la rigurosa mascarilla y la melena muy corta y en tono rubio cenizo, el mismo look que mantuvo durante su estancia en el continente africano. 

    Poco después de ese día, Palacio anunció que la exnadadora se retiraba temporalmente de la vida pública para recuperar su salud y empezar "un período de calma y descanso". Más tarde se supo que Charlène estuvo ingresada en una exclusiva clínica privada en los Alpes suizos. 
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    Regreso a la vida pública

    A finales de abril de 2022, casi un año después de su tormentoso viaje a Sudáfrica, Charlène retomó sus compromisos como Princesa de Mónaco. Como no podía ser de otra forma, su vuelta estuvo acompañada de un cambio de look, marcado por el tono de su melena. 

    La mujer del príncipe Alberto mantuvo el mismo corte, pero renovó el color. Entonces se mostró con un rubio muy marcado, casi blanco. 
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    Encuentro con el papa Francisco

    Su visita al Vaticano en julio de 2022 mostró su lado más austero y religioso. Junto al príncipe Alberto, Charlène viajó hasta la sede principal del catolicismo tras recuperar su agenda institucional. Para la ocasión vistió de negro con mantilla sobre su cabeza, llamativas joyas y un imponente Rosario a modo collar que simbolizaba su profunda fe. 
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    Misteriosa y ausente

    Desde que volvió a la vida pública, Charlène se ha mantenido en la misma línea estilística. En los últimos meses no han innovado en sus looks ni en su peinado, un gesto extraño si se tienen en cuenta sus constantes transformaciones del pasado. 

    A día de hoy, se mantiene alejada del Principado, lo que ha generado gran preocupación entre los monegascos. La Princesa no ha acudido a los grandes actos de comienzo de año y no hay informaciones acerca de su estado. Las alarmas también saltaron después de que sus padres se mudaran a una localidad cerca de Mónaco. 
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