El rey Juan Carlos I (85 años) siempre ha mantenido una relación muy estrecha con la Familia Real de Qatar, una de las más poderosas del mundo y con la que este pasado fin de semana disfrutó de una de sus aficiones: los campeonatos de automovilismo. Durante muchos años el exmonarca se convirtió en un habitual de los circuitos y hasta entregó trofeos a los principales representantes de este deporte. Ahora, desde el exilio, ha retomado su hobby.
En una imagen colgada este pasado domingo, 29 de enero, en las redes sociales de Amiri Diwan, el órgano soberano y la oficina administrativa del Emir, quedó al descubierto que el Rey emérito estuvo presente en la carrera de Fórmula E 'Core Diriyah E-Prix 2023', celebrada en el Circuito de Diriyah en Riad, Arabia Saudí. La Familia Real qatarí, tal y como explican en las redes sociales, recibió una invitación de su Alteza Real el príncipe Mohammed bin Salman Al Saud (37).
Sobre el rey Juan Carlos no hay mayores detalles. El post de Instagram sólo confirma su presencia en la competición de automovilismo a través de una fotografía en la que no es protagonista, pero se le ve de fondo.
Justo detrás del emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani (42), aparece el Emérito de perfil sentado en una butaca. Vestía de traje y permanecía atento a alguna situación que se producía en el momento y que también llamó la atención de quienes se encontraban a su alrededor. La imagen colgada en las redes no deja ver lo ocurrido, pero sí desvela que fue algo llamativo para los que rodeaban al Emérito, ya que no dudaron en sacar sus móviles para captar el instante a través de una foto o vídeo.
El Campeonato de Fórmula E ABB FIA, la primera serie internacional de carreras callejeras monoplaza totalmente eléctricas del mundo ideada por el español Alejandro Agag (52), yerno de José María Aznar (69), tuvo lugar en Diriyah entre el 27 y 28 de enero. Entonces 11 equipos y 22 pilotos volvieron a la parrilla por quinta vez a Arabia Saudí y bajo la atenta mirada del Rey emérito.
Juan Carlos I disfrutó de este plan de ocio poco antes de que saliera a luz una nueva información que vuelve a ponerle en el foco mediático. Según ha publicado El Confidencial, el despacho que defiende al Emérito de la demanda por acoso de Corinna Larsen (59) emite una factura de 879.522 libras esterlinas (más de un millón de euros) por representarle en una audiencia de apelación en noviembre. La noticia pone en duda de dónde saca tanto dinero el Rey, cuando no percibe asignación de la Casa Real desde que Felipe VI se la retirara en marzo de 2020.
La asistencia del exsoberano a las carreras de Fórmula E significa, además, su reaparición tras el funeral de su cuñado Constantino II, celebrado el pasado 16 de enero, donde pudo reunirse con toda su familia. En Atenas se encontraba la reina Sofía (84), sus tres hijos, Letizia (50) y todos su nietos, a excepción de la princesa Leonor (17) y la infanta Sofía (15). Entonces, el Emérito no sólo fue noticia por reencontrarse con los suyos. También por protagonizar un cariñoso momento junto a Felipe VI (55) que captaron las cámaras de StarTV, la televisión local.
En el clip se pudo ver que el rey Felipe VI se acercó a Juan Carlos I para darle dos besos. Fueron apenas unos segundos, pero muy significativos y suficientes para mostrar la relación, al menos cordial, que mantienen ambos.
Entre los próximos planes del rey Juan Carlos I figura su asistencia a la ceremonia de ingreso de Mario Vargas Llosa (86) en la Academia Francesa. El próximo 9 de febrero, el Emérito viajará a Paría tras recibir la invitación del Nobel de Literatura. La infanta Cristina (57) también ha confirmado su participación.