Este pasado domingo, día 5 de febrero, Atresplayer Premium emitió el quinto capítulo de Cristo y Rey, la serie que recoge parte de la vida de la actriz y vedette Bárbara Rey (73 años) y de su marido, el domador Ángel Cristo. Un biopic cuyo relato se ha construido no sólo por algunos de los testimonios de los protagonistas, como la propia Bárbara, sino también por las crónicas publicadas en la prensa de la época. El último episodio que ha visto la luz termina de una forma verdaderamente impactante.
La reina emérita Sofía (84), que sospechaba de las infidelidades de su marido -a esas alturas de su vida ya había descubierto alguna con sus propios ojos-, ordena al CNI, antiguo CESID -Centro Superior de Información de la Defensa-, que instale micrófonos para grabar a Bárbara Rey en la intimidad de su hogar.
Una casa que en aquellos momentos era ambulante -era una sencilla caravana-, pues la intérprete dejó de lado su vida televisiva para centrarse en los proyectos laborales y las ilusiones de su marido, que eran el circo, con el que viajaban por toda España, y crear una familia.
En una conversación relajada y privada entre cervezas con su gran amiga, Chelo García-Cortés (71), la periodista pregunta a la artista si tiene noticias de "Su Majestad". A lo que ella responde: "Pues, fíjate, yo pensaba que Juan tampoco te gustaba mucho a ti", en alusión a un comentario previo en el que Rey espeta a García-Cortés que, para ella, un hombre nunca está a su altura. "Sigue sin gustarme, pero has estado tres años con él y estuviste muy enamorada. [...] Ya, cariño, ¡pero es que te has tirado al rey de España!", replica, jocosa, la actual colaboradora del programa Sálvame.
La amigable charla se ve interrumpida por la aparición de Ángel Cristo -interpretado por Jaime Lorente (31)- que muestra por primera vez a su esposa sus enfermizos celos y, tras la marcha de García-Cortés, le propina la que sería la primera bofetada de su vida. Bárbara ya estaba embarazada de su hijo, Angelito (41), aunque todavía el matrimonio lo desconocía.
Según el relato de la serie, la reina Sofía no sólo solicita las cintas de las grabaciones de voz con la confesión, sino también un documento expreso con la conversación escrita, como si se tratase de un guion, donde Bárbara Rey admite su relación amorosa de tres años con el rey Juan Carlos.
La sospecha de la actual Emérita vino, se insiste, tal y como narra Cristo y Rey, después de que viera a la actriz en una rueda de prensa en Televisión Española con una joya familiar que le regaló Juan Carlos. El entonces príncipe Felipe (55), siendo un niño, comentaría en voz alta: "Esa es la mujer que estaba el otro día perdida en casa".
Cristo y Rey
La serie del guionista Daniel Écija retrata a dos de los personajes más relevantes de la crónica social española de los años 80 y 90. Para contar su historia de la manera más fiel posible, decide situarse en un momento clave, justo antes de que su relación copase los titulares de toda la prensa
"Ángel Cristo es el mejor domador del mundo y Bárbara Rey, actriz y musa del destape, la mujer más deseada de España. Desde que se conocen hasta que anuncian su matrimonio transcurren sólo unas semanas. Es la boda del año y la noticia copa las portadas de todas las revistas. El Circo de Bárbara Rey y Ángel Cristo se convierte en el espectáculo de moda y en un negocio millonario", reza la sinopsis de la serie.
Y prosigue: "Dinero, fama, lujo… Nueve años de relación en los que España fue testigo de la felicidad de la pareja: el nacimiento de Angelito y Sofía, la compra de coches deportivos, joyas, un ostentoso chalé en La Moraleja... Lejos de los flashes, sin embargo, se esconde una escalada de drogadicción, ludopatía, infidelidades y malos tratos... Y, de fondo, la sombra de la relación de Bárbara con un poderoso hombre de Estado".