El pasado 14 de diciembre saltaba la noticia del ingreso de la princesa Bajrakitiyabha de Tailandia (44 años) a causa de un problema cardiaco. Han pasado tres meses desde que se produjera el triste suceso y desde entonces son pocas las informaciones que ha dado la Casa Real del país asiático al respecto. Se han emitido tres breves comunicados, pero ninguno de ellos expresa con exactitud si hay esperanzas de que se recupere, ni el alcance exacto de las dolencias que padece.

Esto ha provocado un alivión de informaciones y teorías que intentan explicar por qué la hija mayor del Rey continúa ingresada y no hay una postura oficial más clara. Pasa el tiempo y desde la oficina de comunicación de palacio se sigue pidiendo a la población que rece por ella, con altares improvisados por todo el país, grandiosas puestas en escena con el ejército rindiendo honores como protagonista y una página especial en la web oficial para que la gente pueda enviar mensajes de ánimo.

Esta incertidumbre ha provocado que salgan a la luz pública diferentes informaciones y teorías publicadas en los medios locales y en las redes sociales de periodistas especializados. Algunos no dudan en afirmar que la princesa se encuentra en muerte cerebral y se la mantiene artificialmente conectada a una máquina. Una de las últimas noticias al respecto indican que la causa del colapso que sufrió mientras entrenaba a sus perros en el parque nacional de Khao Yai estaría vinculada a una vacuna que le habría sido administrada días antes.

[La princesa Bajrakitiyabha, hija del rey de Tailandia, sufre un infarto a los 44 años mientras hacía deporte]

La princesa, junto a la Reina y a uno de sus hermanos, en 2019. Gtres

Durante este tiempo han sido tres los comunicados que ha emitido el rey Maha Vajiralongkorn (70). El primero de ellos explicando que su hija había caído al suelo inconsciente a causa de un infarto y que había sido trasladada al King Chulalongkorn Memorial Hospital de Bangkok para ser atendida.

Se especificaba que se encontraba "estable hasta cierto punto" y que tenía afectados órganos vitales. "La frecuencia de los latidos de su corazón está siendo controlada por medicamentos", decía el texto. 

Unos días más tarde, actualizaban la información añadiendo: "Se han utilizado medicamentos y equipo médico para ayudar a que su corazón, pulmones y riñones funcionen". Ninguna referencia al estado de coma en que podría encontrarse.

El 8 de enero de 2023 llegaba el último parte hasta el momento. En él se confirmaba que la princesa seguía inconsciente y que los doctores que la atendían continuaban administrándole un tratamiento antibiótico. Sin embargo, la novedad es que afirmaban que, según el diagnóstico de los facultativos, fue una bacteria la que causó la "inflamación del corazón" y una "alteración grave del ritmo cardíaco", lo que provocó que perdiera el conocimiento. Terminaba confirmando que Bajrakitiyabha seguía necesitando de asistencia mecánica para que sus órganos vitales funcionaran.

Hasta ahí las explicaciones del Rey, que ha sido visto en alguna ocasión visitando a su primogénita en el hospital. Sin embargo, el periodista Andrew MacGregor Marshall insiste desde el principio en que la princesa ya entró en muerte cerebral en el hospital donde fue atendida en primera instancia y del que fue posteriormente trasladada en helicóptero debido a su gravedad. "Tiene muerte cerebral desde el 14 de diciembre y nunca se recuperará. La causa fue la rotura de un aneurisma cerebral que le provocó una hemorragia subaracnoidea. Esto hizo que todos sus otros órganos fallaran también. Se mantiene con nutrición parenteral total, que es un método de alimentación que evita el tracto gastrointestinal al proporcionar nutrientes por vía intravenosa", ha escrito en su perfil de Twitter.

Los tailandeses rezan por la hija del Rey. Efe

También ha dado datos sobre el día en que Bajrakitiyabha se desplomó y tuvo que ser atendida allí mismo: "Un soldado hizo heroicos esfuerzos en los ejercicios de reanimación cardiopulmonar y le rompió algunas costillas, por lo que espero que no enfrente ningún castigo, porque es un daño normal cuando intentas salvar a alguien que se está muriendo desesperadamente". Alude así al carácter severo y dictatorial de Maha Vajiralongkorn.

A estas informaciones se suman otras de un profesor de microbiología llamado Sucharit Bhakdi que afirma que el colapso de la paciente se habría producido tres semanas después de recibir la tercera dosis de la vacuna contra el Covid y que esto habría hecho que el Gobierno tailandés se estuviera replanteando los contratos con la marca fabricante, algo que ha sido desmentido.

En medio de este caos informativo, la princesa continúa en el hospital, no ha habido más partes médicos desde hace un mes y tampoco se han alentado expectativas de que recupere la consciencia.