Comenzamos la semana de los Reyes en Zaragoza, entregando esta tarde los premios Nacionales de Cultura 2021. Estos galardones van con ligero retraso en el tiempo, ya que por culpa de la pandemia tuvieron que ser cancelados en sus dos últimas ediciones.
Lo cierto es que para ser lunes Letizia (50 años) ha querido poner toda la carne en asador sacando de su armario uno de los vestidos más polémicos de su vestuario, ya que no dejó a nadie indiferente en su estreno, o lo amas o lo odias, pero todo el mundo tuvo una opinión sobre él.
La primera y única vez que lo hemos visto fue durante la visita de Estado que realizó en octubre de 2019 a Corea del Sur con Felipe VI (55). Letizia quiso lucirlo en la cena de honor que recibieron por parte del Primer Ministro coreano y su esposa en Seúl.
[El estreno de Letizia de 3.000 euros en su visita de Estado a Corea del Sur]
Se trata de un vestido realizado en seda rosa empolvado combinado con tul con bordados geométricos en colores rosa, negro y blanco. La parte superior del traje es transparente hasta la parte del pecho, dejando a la vista los hombros. Con manga francesa la falda termina en un volante. El vestido es de la firma Temperley London y su precio en el momento del estreno era de 2.990 euros.
Cuando lo estrenó hubo muchas alabanzas, ya que abría la puerta a nuevas marcas y en aquel momento la tendencia bailarina con el tul y el rosa empolvado eran lo más trendy del momento, pero también hubo muchas críticas comentado el excesivo precio, el que fuera una firma británica y no española y que puede resultar algo cursi.
Para pisar suelo coreano la Reina quiso combinarlo con unas sandalias de Manolo Blahnik preciosas que casi eran más bonitas que el vestido. Sin embargo, este 20 de febrero en tierras aragonesas ha preferido (también teniendo en cuenta que estamos en el mes de febrero) unos salones cerrados de Magrit en rosa empolvado, a juego con el tono predominante del diseño de Temperley London. En la mano ha elegido la cartera a juego con los zapatos, también de la firma española.
La primera vez que eligió este vestido se trataba de una cena de Estado, así que Letizia lució joyas de importancia, incluyendo una pulsera. Para la entrega de actos de hoy ha rebajado el nivel luciendo sólo unos pendientes de TOUS, que cuelgan con distintas piedras de colores y que llevan muchos años en su joyero, y el anillo famoso que parece que ya no se va a quitar nunca.
Además, le ha quitado sobriedad al outfit dejándose el pelo suelto y con un maquillaje mucho más natural que el que lució en Seúl en aquel octubre de 2019, del que parece ha pasado una eternidad.