Quedan algo más de dos meses para el evento más importante que Reino Unido haya acogido en las últimas décadas, la coronación de Carlos III (74 años). El próximo 6 de mayo, el primogénito de la fallecida Isabel II será el protagonista de una jornada tras la cual será oficialmente el nuevo soberano de las islas británicas.
Esta cita que será histórica, conocida oficialmente como Operación Golden Orb, lleva planeada desde hace años, por lo que no hay margen a equívocos o errores que la puedan empañar. Mientras que el grueso de lo que sucederá ese día está detallado al milímetro, todavía hay espacio para novedades que ya se van conociendo.
La última de ellas pondrá punto final a una práctica tradicional y tienen como protagonistas a la reina consorte Camilla (75) y a varios miembros de su familia. Apenas unos días después de saberse que tras la coronación se quitará de su título el apelativo "consorte", se ha podido conocer que durante la ceremonia de coronación de su marido estará acompañada de sus nietos, que tendrán un papel relevante.
[El nuevo tratamiento que recibirá Camilla Parker-Bowles tras la coronación de Carlos III]
Sus cinco nietos, Lola (15), Freddy (13), los hijos de Tom Parker Bowles; y Eliza (15) y los mellizos Louis y Gus (13), los hijos de Laura Lopes, estarán con ella en la Abadía de Westminster y serán los encargados de sostener un dosel sobre su cabeza durante el momento de la unción con aceite consagrado. Hasta ahora, este papel lo habían desempeñado duquesas, es decir, miembros de la aristocracia británica, pero Camilla ha decidido acabar con la tradición para hacer que ese momento sea aún más especial. "La Reina consorte ha dicho que no quiere duquesas. Ella quiere que sean sus nietos", ha afirmado una fuente real al diario The Times, desvelando así los deseos de Camilla.
Y añade: "Es una buena señal y es un movimiento bastante audaz. Otro ejemplo de que el Rey y la Reina consorte no tienen miedo de sacudir un poco las cosas para reflejar las realidades de la vida moderna, de la cual una familia 'mezclada' es un elemento central".
Se trata de una decisión que manda un mensaje claro: Carlos y Camilla son una pareja que se ha adaptado a la realidad actual y quieren que sus respectivos hijastros y sus descendientes estén incluidos en su día a día y formen parte activa de la familia. Sin duda, una gran diferencia con respecto a la coronación de Isabel II, celebrada en el año 1953, cuando no era tan común que las parejas se divorciaran.
Desde el palacio de Buckingham se ha anunciado que la coronación "reflejará el papel del monarca en la actualidad y mirará hacia al futuro, al tiempo que se arraigará en tradiciones y pompas de larga data".
Esta no va a ser la única tradición que se rompa, pues se pretende que el príncipe George (9), primogénito del príncipe Guillermo (40) y segundo en la línea de sucesión, tenga un papel importante y activo en el gran día de su abuelo. Según los medios británicos, en los próximos días tendrá lugar una reunión entre los Reyes y los príncipes de Gales para discutir las opciones.
Hasta la fecha, los herederos más jóvenes no han tenido un papel oficial y activo. Así sucedió con el propio rey Carlos, que tenía 4 años cuando su madre se convirtió en reina. Si bien es cierto que estuvo presente en la coronación, siendo el primer niño en hacerlo, no participó y tan solo estuvo sentado junto a su abuela, la Reina Madre, y su tía, la princesa Margarita.