Sólo lleva siete meses en el trono y ya es más rico que su madre. El rey Carlos III (74 años) amasa una fortuna personal de 600 millones de libras esterlinas (alrededor de 680 millones de euros), casi el doble de lo que dejó la monarca antes de morir.
Aunque podría parecer una enorme fortuna, que supera a la de otros británicos exitosos como Elton John (76) o Victoria Beckham (49), Carlos III no estará entre los primeros 250 lugares de la Rich List 2023 del periódico británico The Sunday Times, que saldrá oficialmente el próximo mayo con 350 nombres.
En el ranking de 2022, el medio situaba a la reina Isabel con una fortuna de 370 millones de libras, fruto de sus inversiones y propiedades privadas, además de obras de arte y otros tesoros históricos.
Carlos III, por su parte, reconstruyó sus finanzas tras su acuerdo de divorcio con Diana de Gales, valorado en 17 millones de esterlinas, y ha podido ahorrar parte de la cifra recibida del ducado de Cornualles. Según uno de sus exasesores consultados por el periódico británico, el Rey "se volvió prudente al guardar algo de dinero".
El ducado de Cornualles, título que el actual soberano ostentó hasta que murió lsabel II, supone un conjunto de propiedades y negocios de todo tipo vinculado a la condición de heredero del trono y valorado en la actualidad en más de mil millones de libras. No obstante, el heredero -antes Carlos III- sólo tiene derecho a llevarse una parte para sus arcas personales.
Según el análisis elaborado por The Sunday Times, entre 2011 y 2022, cuando se convirtió en Rey de Inglaterra, Carlos aumentó las ganancias anuales del ducado de Cornualles en un 42,6%, a 25,4 millones de libras. En el mismo período, la riqueza del ducado subió casi un 50% a 1.040 millones de libras esterlinas. La cifra fue al alza, sobre todo, por el alquiler de propiedades comerciales.
Pero más allá del ducado de Cornualles, Carlos III también debe parte de sus ganancias a otros negocios. En 1990, recuerda el estudio, lanzó su gama Duchy Originals, vendiendo productos de su propiedad de Highgrove House. Empezó con galletas y continuó con cerveza, hierbas medicinales y herramientas de jardinería.
A comienzos de la década de los 90, el Rey también probó suerte en la construcción de viviendas, con el desarrollo sostenible de Poundbury en las afueras de Dorchester en Dorset. Más tarde ideó un proyecto similar en Cornualles.
En su fortuna no está incluido el Patrimonio de la Corona, valorado en 15.600 millones de libras esterlinas, ya que únicamente es propiedad de Carlos III "en el derecho de la Corona". Tal y como detalla el análisis de The Sunday Times, los beneficios anuales no se pagan al monarca sino al Tesoro. El soberano recibe el 25% de ellos de vuelta de los bienes públicos.
A Carlos tampoco le pertenecen algunas propiedades asociadas a su nombre, pero al evaluar su riqueza sí cuentan activos valiosos como Sandringham y Balmoral. Ambas residencias formaban parte de los bienes personales de Isabel II y hasta ahora, no le ha supuesto ninguna complicación al actual Rey. Según la ley, no se aplican impuestos a la herencia cuando los activos se transfieren de "soberano a soberano".
El testamento de la Reina, sin embargo, no es de conocimiento público. Por ser un miembro de alto rango, su última voluntad no tenía que ser inspeccionada. Lo mismo ha ocurrido con la herencia del duque de Edimburgo, quien perdió la vida el 9 de abril de 2021. No se ha hecho pública y por ello se desconoce si a las riquezas de Carlos III habría que sumarle algún patrimonio extra.