Siempre están en el punto de mira por acción u omisión. El príncipe Harry (38 años) y su esposa son protagonistas involuntarios de la coronación de Carlos III (74). La ausencia de Meghan Markle (42) en un día tan especial ha provocado un sinfín de comentarios, que ella misma se ha visto obligada a aclarar a través de un comunicado, algo no demasiado habitual en su modus operandi, pero que ha considerado necesario.
En un principio, su no asistencia se justificó diciendo que se quedaría en California al cuidado de sus hijos, mientras el duque de Sussex viajaría solo a Inglaterra para estar al lado de la Familia Real en una fecha histórica. Aún así, no se prevé una reunión formal para aclarar la situación de tensión en la que viven desde hace tiempo.
En cuanto a Meghan, vuelve verse envuelta en una nueva polémica a causa de los rumores sobre la verdadera razón para no ir a la coronación que, según algunos medios británicos, tendría que ver con unas cartas que ella le habría enviado a Carlos III tras la explosiva entrevista con Oprah Winfrey (69) y a las que él hizo caso omiso.
En ellas, la duquesa se quejaba ante su suegro de la actitud racista que mostraba hacia ella un miembro de la familia que identificó con nombre y apellidos aunque sólo de manera privada. El Rey le hizo llegar la profunda decepción que sentía con ambos y su preocupación por haber hecho acusaciones tan perjudiciales para la Corona, tal y como publica The Telegraph. Eso habría hecho que Markle, guiada por el rencor, hubiera decidido no estar presente en la coronación.
Nada más lejos de la realidad. Al menos eso es lo que ha expresado ella a través de un comunicado emitido por su equipo. "La duquesa de Sussex está haciendo su vida en presente, no está pensando en las cartas de hace dos años que están relacionadas con conversaciones de hace cuatro años. Cualquier sugerencia de lo contrario es falsa y, francamente, ridícula", dice tratando de acabar con los rumores de una vez por todas.
Mientras tanto, el príncipe Harry se prepara para el reencuentro con los Windsor y también hay informaciones delicadas en torno a su asistencia a la coronación de su padre. Por un lado, The Sun asegura que su presencia tiene que ver mucho con el márketing, pues dejarse ver con la Familia Real es bueno para su estatus de celebridad en Estados Unidos. Una fuente de Netflix ha confesado al citado medio: "Harry regresará por todas las razones correctas, pero hubo un suspiro palpable de alivio entre los que estamos involucrados en el negocio porque la marca Sussex confía en que Harry sea visto con su familia".
Por otra parte, parece que su papel será absolutamente secundario en la ceremonia e incluso se especula con la posibilidad de que ocupe la fila número diez en la abadía de Westminster, muy alejado de los Reyes y los Príncipes de Gales.