Ya el hecho de escribir un libro resulta siempre una ardua y compleja tarea. Si además se trata de las memorias de un personaje mundialmente famoso, la cosa se complica aún más. Lo sabe bien J.R. Moehringer (58 años), escritor fantasma de Harry de Inglaterra (38). Sus polémicas memorias, tituladas en español En la sombra, salieron a la venta el pasado mes de enero y sacaron a la luz la versión del duque sobre los trapos sucios de la Casa Real británica. Ahora sabemos también algunos detalles sobre cómo fue el proceso de elaboración de uno de los libros más vendidos y polémicos del presente año.
Según ha comentado el propio Moehringer, su relación con Harry se volvió tensa por problemas con la edición final del manuscrito. En concreto, ha hecho público un incidente, ocurrido el verano pasado, en el que ambos se gritaron a través de una videollamada por Zoom a altas horas de la madrugada. "Estaba exasperado con el príncipe Harry", contó. "Me martilleaba la cabeza, tenía la mandíbula apretada y empecé a levantar la voz. Y, sin embargo, una parte de mí todavía era capaz de salir de la situación y pensar: 'Esto es muy raro. Le estoy gritando al príncipe Harry'. Cuando Harry empezó a responderme, cuando sus mejillas se sonrojaron y sus ojos se entrecerraron, se me vino a la mente un pensamiento aún más apremiante: 'Vaya, todo podría acabar aquí'".
Por lo visto, la disputa se produjo tras una discusión sobre aquel momento en el que Harry fue capturado por unos falsos terroristas durante un ejercicio militar que tuvo lugar en la Inglaterra rural. "Es una simulación, pero las torturas infligidas a Harry son muy reales", ha contado. "Unos captores que llevan pasamontañas negros lo encapuchan, lo arrastran hasta un búnker subterráneo, lo golpean, lo congelan, lo matan de hambre, lo desnudan y lo obligan a adoptar posturas de tensión insoportables. La idea es averiguar si Harry tiene la fortaleza necesaria para sobrevivir a una captura real en el campo de batalla".
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El autor relata que uno de los captores de pega se dirigió en un momento dado al miembro de la realeza empleando un "vil insulto que aludía a la princesa Diana de Gales", algo por lo que tuvo que pedir disculpas luego. "Harry siempre quiso terminar esta escena con algo que les dijo a sus captores, con una réplica que me pareció innecesaria y algo inútil", explicó el premio Pulitzer de periodismo del año 2000.
Durante meses, Moehringer tachó del borrador la mención a aquella réplica y, también durante meses, Harry estuvo suplicando por dejarla en la versión final del manuscrito. "Ahora no suplicaba, insistía, y eran las dos de la madrugada y yo empezaba a perder los nervios", ha confesado sobre aquella noche en la que acabaron protagonizando una bronca. A pesar de que tensaron bastante la cuerda, la sangre no llegó finalmente al río y Harry acabó aceptando que los lectores no necesitaban saber nada más sobre el incidente y su respuesta al mismo. "Realmente disfruto poniéndote así de nervioso", comentó luego con una sonrisa pícara a su biógrafo, a lo que este respondió soltando una carcajada.
Ya antes de teclear las memorias de Harry, el periodista y escritor neoyorquino ganó bastante dinero y prestigio redactando las biografías de otras celebridades como el extenista Andre Agassi (53). Para acometer este proyecto, Moehringer se mudó durante alrededor de dos años a Las Vegas, donde residía Agassi, quien llegó a comprar una casa cercana a la suya para que la ocupara su biógrafo mientras trabajaba en en libro, que llevó por título Open. Mi historia.