El príncipe Harry de Inglaterra (38 años) y su esposa, Meghan Markle (41), se han visto involucrados en una persecución que fue "casi catastrófica" por coches de paparazzi en Nueva York.
Tal y como ha desvelado un portavoz de la pareja a través de un comunicado, la madre de Meghan, Doria Ragland (66), también estaba en el vehículo, que fue perseguido por carretera por reporteros gráficos durante dos horas en la noche de este pasado miércoles, 17 de mayo.
"Anoche, el duque y la duquesa de Sussex y la señora Ragland se vieron envueltos en una persecución en coche casi catastrófica a manos de un grupo de paparazzi muy agresivos", expresaba el portavoz de la pareja en el citado comunicado.
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"Esta persecución implacable, que duró más de dos horas, resultó en múltiples casi colisiones que involucraron a otros conductores en la carretera, peatones y dos oficiales de New York Police Department (Departamento de Policía de Nueva York)".
El suceso tuvo lugar después de que los duques de Sussex asistieran a una ceremonia de entrega de premios celebrada en la Gran Manzana y organizada por la Ms. Foundation for Women, en la que Meghan Markle fue galardonada por su trabajo.
Según informa TMZ, en un momento de la persecución, la camioneta en la que iba la pareja junto a Doria se detuvo y los tres accedieron a un taxi que se dio a la fuga. Tal y como se observa en las imágenes a las que ha accedido el medio americano especializado en celebrities, la Policía los escoltó tratando de burlar a los reporteros gráficos.
El recuerdo de Lady Di
Este hecho, por el que de momento no hay que mostrar preocupación por la integridad física de ningún implicado, recuerda inevitablemente al que protagonizó la princesa Diana de Gales, madre del príncipe Harry, el 31 de agosto de 1997 en París. Tratando de huir de la prensa, el chófer de Diana, Henri Paul, se estrelló con el coche de la Princesa en el Puente del Alma. El siniestro no sólo acabó con la vida de Lady Di, que tenía sólo 36 años, sino también con la de su pareja entonces, el empresario Dodi Al-Fayed.
El príncipe Harry, que en aquel entonces tenía sólo 12 años, reveló en sus explosivas memorias, Spare, que él quiso cruzar el túnel a "104 kilómetros por hora, la velocidad exacta a la que supuestamente iba el coche de mamá, según la Policía, en el momento del accidente" y "no a 160 kilómetros por hora, como informó originalmente la prensa".
"Allí nos dirigimos, sorteando el tráfico, pasando por delante del Ritz, donde mi madre cenó por última vez aquella noche de agosto con su novio. Llegamos a la boca del túnel y continuamos embalados, salvamos el resalto a la entrada del túnel, el bache que supuestamente hizo que el Mercedes de mi madre se desviara de su rumbo. Pero el resalto no fue nada. Apenas lo notamos", añadió el duque de Sussex.
Y concluía a este respecto: "Cuando el coche entró en el túnel, me incliné hacia delante, vi que la luz adoptaba un tono anaranjado desvaído, vi las columnas de cemento desfilar por mi lado a toda velocidad. Las conté, conté mis latidos, y en cuestión de segundos salimos por otro lado. '¿Ya está?' dije en voz baja- No es… nada. Un túnel recto, nada más'".