Tras una temporada prácticamente sin actos oficiales, el rey Mohamed VI de Marruecos (59 años) ha retomado su agenda con un evento que ha tenido lugar en el Palacio Real de Rabat, donde se ha presentado el primer coche de fabricación marroquí. Sin embargo, esta significativa noticia ha quedado eclipsada por el desmejorado aspecto físico del monarca, quien durante el acto estuvo acompañado por el ministro de Industria y Comercio de Marruecos, Ryad Mezzour, y apareció con gafas de sol y un traje de chaqueta que permite comprobar la importante pérdida de peso que ha sufrido en los últimos meses.
No es un secreto que la salud del que es el quinto monarca más rico del mundo no atraviesa un buen momento en los últimos tiempos, algo que ha acaparado numerosos titulares y también ha dado lugar a unas cuantas especulaciones. Aunque cabe señalar que las dolencias del marroquí son un tema tabú en su tierra. Tanto es así, que los periodistas que han intentado investigar sobre este asunto de evidente relevancia pública han sido a menudo interrogados por las autoridades.
Ya en septiembre de 2017, Mohamed VI se sometió a una cirugía para extirparle un tumor benigno del ojo izquierdo. En 2018, fue tratado de una arritmia en el centro Ambroise Paré, de París. Acto seguido, Palacio Real decidió emitir un breve comunicado en el que se informaba de que la operación se había saldado con éxito. Apenas dos años después, el Rey volvió a pasar discretamente por quirófano para someterse a otra operación de corazón en la clínica del Palacio Real, en Rabat. También entonces, a través de un escueto comunicado, su equipo informó del "completo éxito" de una intervención médica sobre el "corazón sano" del monarca.
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Por si esto fuera poco, desde hace ya un lustro, Mohamed padece sarcoidosis, una enfermedad caracterizada por el crecimiento de pequeñas acumulaciones de células inflamatorias en cualquier parte del cuerpo. En el caso del monarca, tal y como en su día señalaron periodistas como Said Salmi, de Al Jazeera, la enfermedad estaría afectando a sus pulmones, riñones, ojos y corazón, y estaría siendo tratada con cortisona (lo que influye en los trastornos del sueño y también explicaría el aumento de peso que el Rey ha exhibido en determinados momentos).
El rey de Marruecos, que accedió al trono en 1999, tras la muerte de su padre Hasán II, siempre se ha mostrado celoso de su intimidad. Por eso mismo, se llevó un disgusto cuando, en agosto de 2022, se hizo viral en las redes sociales un vídeo de apenas unos segundos en el que se le veía en estado aparentemente ebrio, tambaleándose en las calles de París mientras era atendido por sus guardaespaldas. "Captan al rey de Marruecos Mohamed VI, borracho y dando tumbos en las calles de París. Parece que está acompañado por sus amigos íntimos 'los hermanos Azaitar'. Vean cómo sale el guardia para evitar la grabación", rezaba un tuit escrito por el periodista saharaui Jalil Moh. Abdelaziz. Según la versión que el equipo del monarca ofreció públicamente luego, Mohamed VI no estaba borracho esa noche, sino que simplemente dio un traspié.
Hasta hace poco Mohamed VI dedicaba buena parte de su tiempo a disfrutar de la mansión que tiene en la capital de Gabón, y a instruir a su hijo, el príncipe Moulay Hassan de Marruecos (20), que es el heredero al trono alauí y tenía ocho años cuando pronunció su primer discurso oficial en la academia militar de la ciudad de Kenitra. Allá por 2004, su progenitor señaló a la revista Paris Match que no deseaba que su Moulay se formase a su imagen, sino que prefería que desarrollara su propia personalidad.