El pasado viernes 2 de junio, el Rey asistía en solitario a un acto del Día de las Fuerzas Armadas en Motril (Granada), donde presidió una Revista Aeronaval y vio una demostración dinámica de medios y personal de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil. Terminados sus actos oficiales, ese mismo día Felipe VI (55 años) quiso relajarse y disfrutar de la ciudad saliendo a cenar a un conocido restaurante. Mientras, Letizia (50) todavía estaba en Madrid; se desplazaría hasta la ciudad andaluza al día siguiente para estar presente en el acto central conmemorativo del Día de las Fuerzas Armadas 2023.
La aparición del monarca en Las Tinajas fue toda una sorpresa tanto para los responsables del establecimiento como para las personas que estaban allí y que no esperaban semejante visita. Vestido con pantalón y americana marrón y una sencilla camisa, llegaba dispuesto a disfrutar de la gastronomía local y tradicional de este reconocido establecimiento.
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con el dueño, José Álvarez, que se muestra orgulloso de tener a Felipe VI entre sus clientes y detalla con suma amabilidad los pormenores de la velada, desde la reacción de la gente hasta el menú elegido por el hijo de los Eméritos.
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"La verdad es que fue casi sorpresa, pero es la tercera vez que visita Las Tinajas. Estuvo toda la Familia Real en los 70, luego él cuando era Príncipe de Asturias y el viernes tuvimos la gran suerte de que nos eligió de nuevo. Fue una visita de lo más sencilla, muy natural. No quiso comedores privados, quiso comer en el comedor principal que estaba abarrotado de gente y saludó a todo el mundo cuando se iba. Tuvo la gran paciencia de saludar, dar la mano, porque la calle era un hervidero de gente. Fue muy bonito", asegura.
En cuanto al menú, Felipe VI, cómo no, degustó las especialidades de la casa, procedentes de la cocina tradicional y de saludable dieta mediterránea. "Es verdad que se dejó llevar por nuestras recomendaciones. Tomó rollitos de berenjenas rellenas con foie, alcachofitas naturales, queso payoyo de la sierra de Cádiz, una croqueta de rabo de toro con chocolate y rape mozárabe, que le hacia ilusión por la mezcla de sabores agridulces", asegura José Álvarez.
El hostelero, además, tuvo la oportunidad de agradecer al Rey un detalle que había tenido con él en el pasado, cuando su equipo socorrió a su mujer por un tema de salud: "Al fin pude darle las gracias personalmente".
Este medio también ha podido hablar con una de las personas que se encontraban en el interior de Las Tinajas ese viernes 2 de junio por la noche. Se llama Isabel, es profesora de protocolo, y tomaba algo tranquilamente con unos amigos cuando se enteró de que Felipe VI estaba allí. "Decidimos esperar a que saliera, porque nos hacía mucha ilusión verle en directo. Parece que el Rey se encontraba a gusto dentro porque fue ya alrededor de la una cuando se marchó. Apareció y de pronto se hizo un silencio, aunque el restaurante estaba aborrotado. Luego todo el mundo empezó a aplaudir y a gritar: '¡Viva Felipe VI y ¡Viva España!'. Fue muy emocionante"-
La sorpresa venía a continuación, cuando el monarca se acercaba hasta la mesa que ocupaba Isabel: "No lo esperaba, pero vino y chocó la mano a mi hijo y le acarició la cabeza. Él dijo que ya no iba a lavarse la mano porque se la había tocado el Rey; estaba emocionado. Fue una alegría y un orgullo. Nos sorprendió la cercanía y la manera de estar, de comportarse. Me trasmitió paz y calma".