Moulay Hassan vs. Moulay Rachid: la 'lucha' sucesoria entre tío y sobrino ante el deterioro de Mohamed VI

El rey Mohamed VI de Marruecos (59 años) ha retomado su agenda tras una temporada sin prácticamente actos oficiales. Desde mediados de mayo, el monarca ha vuelto a cumplir con ciertos compromisos -el último, este pasado lunes 5 de junio- que le han permitido tener mayor presencia y, en cierta forma, acallar los rumores sobre su mal estado de salud. No obstante, su deterioro es evidente y la preocupación por sus dolencias persiste. 

Aunque su salud es un tema tabú en su tierra, no es un secreto que Mohamed VI se ha deteriorado en los últimos tiempos. Ahora, sus últimas imágenes públicas lo confirman. El Rey de Marruecos está demacrado y ha sufrido una importante pérdida de peso. 

Ante esta situación, también ha crecido la preocupación por los temas que competen a la monarquía alauita. El periódico francés Afrik, enfocado en la información de países de África, recuerda que Marruecos, al menos ante la mirada pública, no cuenta con un plan cien por cien claro en caso de que el rey Mohamed VI pierda la vida o abdique. Aunque en la línea sucesoria le sigue su hijo, Moulay Hassan (20), cuya vida institucional comenzó con apenas ochos años, su corta edad genera debate. Por otro lado, cabe recordar que es Moulay Rachid (52), hermano del soberano, quien se ha convertido en el fiel 'sustituto' de Su Majestad. 

[Las impactantes imágenes del rey Mohamed VI, mucho más delgado y demacrado en su última aparición pública]

Más allá del estado de salud de Mohamed VI, Rachid, que tendría especial interés en ocupar el trono a pesar de que legalmente no le corresponde, ha sustituido a su hermano, sobre todo, desde que éste se separó de su esposa, la princesa Lalla Salma (45), en 2018. Lo hizo, por ejemplo, en la ceremonia de entronización del emperador Naruhito (63), el recibimiento de los duques de Cambridge, al frente de una misión económica de muy alto nivel en Marruecos, o el funeral de la reina Isabel II el pasado septiembre. 

En cuanto a la línea de sucesoria, como hermano del rey Mohamed VI ocupa la segunda posición, por debajo de su sobrino Moulay Hassan, quien también cumple con compromisos institucionales cada vez que su padre le solicita. No obstante, a diferencia de su tío, actualmente el Príncipe debe compaginar su vida monárquica con sus estudios universitarios. 

Moulay Hassan continúa con sus estudios de Gobernanza y Ciencias Económicas y Sociales en la Universidad Politécnica Mohamed VI, a la vez que sigue su preparación para convertirse en Rey de Marruecos. El Príncipe cuenta con una gran preparación, guiada por el Rey, y se esfuerza de manera consciente para desempeñar el rol al que está destinado.

Moulay Hassan y Moulay Rachid junto a Mohamed VI, recibiendo a los Reyes de España en 2019. Gtres

Mohamed VI se ha preocupado en que su hijo adquiera las habilidades necesarias para asumir el trono desde que es muy pequeño y por ello, Moulay Hassan lo ha acompañado en muchos actos importantes desde su corta edad. El objetivo del Rey es que el Príncipe se prepare y comprenda de forma paulatina la función que, por nacimiento, le toca desempeñar. 

Reflejo de ello es la actitud que ha adoptado el heredero en cada acto al que ha asistido con su padre. Moulay Hassan se ha mantenido atento a cada movimiento de su progenitor, tratando de asimilar toda la información que, en un futuro, le será de gran utilidad. 

La salud del Rey

Desde hace varios años, Mohamed VI arrastra problemas de salud que afectan su corazón. Su fatiga cuando habla en público es evidente y ha sido operado en dos ocasiones de arritmia cardíaca. La primera, en febrero de 2018 en la clínica Ambroise Paré en París. La segunda, en plena pandemia, el 14 de junio de 2020 en el quirófano del Palacio Real de Rabat.

Un año antes, Mohamed VI también fue intervenido por un tumor benigno en el ojo izquierdo y a mediados de 2022 dio positivo por coronavirus. Por si esto fuera poco, desde hace un lustro, Mohamed padece sarcoidosis, una enfermedad caracterizada por el crecimiento de pequeñas acumulaciones de células inflamatorias en cualquier parte del cuerpo.