Este lunes, 17 de julio, Camila Parker sopla una vela más en la tarta. Aunque no es una cifra redonda, se trata de una fecha especial que quedará marcada en su historia, para siempre. La mujer de Carlos III (75 años) cumple 76 y lo hace como Reina de Inglaterra, un título que consiguió tras el fallecimiento de su suegra y después de muchos años sufriendo rechazo por parte del pueblo británico y la monarquía.
Oficialmente, Camila llegó a la Familia Real en 2005 tras su matrimonio con el otrora Príncipe de Gales. Sin embargo, siempre se le tildó como 'la otra' y 'la malvada de la historia'. A la propia Isabel II le costó asimilar su relación y por mucho tiempo, la mujer de Carlos III se mantuvo en la sombra de la monarquía. Incluso, fue excluida de Palacio.
La situación cambió en los últimos años de vida de Isabel II, quien siete meses antes de morir, en la celebración de sus siete décadas en el trono, pidió que cuando su hijo Carlos se convirtiera en Rey, se reconociera a Camila como Reina consorte. Las palabras de la monarca, plasmadas en un comunicado, no hicieron más que confirmar que la mujer de su hijo había consolidado su imagen dentro de la Corona. Ahora, a sus 76 años y con el máximo título de la monarquía, uno de los grandes retos que afronta es mantener su estatus.
1. Incrementar su popularidad
No sólo la reina Isabel II ha valorado el papel de Camila. Con el paso del tiempo la Reina consorte se ha ganado el respeto de los británicos. Sin embargo, no tiene la misma aprobación que otros miembros activos de la Familia Real, como Kate Middleton (41) o la princesa Ana (72).
Camila sigue sin alcanzar el podio de las encuestas. Según el conteo realizado por YouGov el pasado enero, cuatro meses antes de la coronación, la mujer de Carlos III ocupaba la séptima posición de la lista, superando únicamente al príncipe Andrés (63) y al duque de Sussex, quienes ya no son miembros activos de la Corona. Eso sí, con respecto al año anterior, ganó dos puntos porcentuales en popularidad alcanzando un 46%.
Ahora, a sus 76 años y con una intensa agenda con la que demostrará su valor como Reina consorte, Camila Parker podría subir en las encuestas. Sus principales rivales son su cuñada y los Príncipes de Gales.
2. Cumplir con una intensa agenda
Aunque las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina, en los próximos meses Camila deberá cumplir con una intensa agenda que le corresponde por el título que ostenta. A pesar de que en los últimos años se habían intensificado sus actividades, como Reina consorte debe asumir mayor cantidad de trabajo.
Si bien es cierto que en sus últimos meses de vida la reina Isabel II delegó algunas de sus funciones en sus hijos y nueras, hasta el fin de sus tiempos la fallecida monarca intentó mantenerse activa y asumiendo su agenda. Con 76, Camila deberá hacer frente a una carga de trabajo mayor que a la de hace unos años atrás.
3. Sortear las polémicas familiares
Aunque se mantiene en un discreto segundo plano con respecto a las polémicas de los Windsor, Camila no ha podido evitar salir salpicada en alguna de ellas. Ha recibido fuertes acusaciones por parte del príncipe Harry (38), quien la ataca directamente en sus memorias, Spare.
El duque de Sussex ha denominado a la mujer de su padre como "peligrosa" y una "madrastra malvada". Se refiera a ella como "la otra" e incluso llega a decir que ha hecho "pactos con el diablo". Es más que evidente que su relación nunca ha sido buena y ahora, con la nueva vida de Harry en Estados Unidos, son pocos los encuentros que Camila tiene que afrontar con su hijastro menor. No obstante, no podrá evitar reencontrarse con él en algún acto familiar puntual.
Como Reina consorte, Camila también sirve de apoyo a su marido con respecto a los movimientos del príncipe Andrés, que tras ser desalojado de su casa, Royal Lodge, también podría ser vetado del verano en Balmoral.