Cada día que pasa en el calendario gregoriano, por el que el mundo se rige, falta uno menos para que la princesa de Asturias, Leonor de Borbón (17 años), se convierta en la reina de todos los españoles. Este sábado, día 7 de octubre, la primogénita de Felipe VI (55) y Letizia (51) dará un paso más en su camino hacia el trono. Lo hará en el acto de su jura de bandera, en la Academia General Militar de Zaragoza (AGM), en la que ingresó el 17 de agosto como parte de su formación.
Este especial acontecimiento estará presidido por los Reyes y asistirán unas 2.500 personas entre familiares y autoridades, entre ellos el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante general Teodoro López Calderón (69), y la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles (66), quien este pasado lunes visitó la AGM para conocer los detalles del acto y alguna de las clases que reciben los militares en formación.
La gran diferencia entre la jura de bandera del entonces príncipe de Asturias y la actual cadete Borbón Ortiz se basará, fundamental, en la compañía. Si bien Leonor estará arropada por 400 compañeros de formación, el hijo de Juan Carlos I (85) y Sofía de Grecia (85) hizo una jura individual.
Felipe de Borbón en su jura de bandera, en la Academia Militar de Zaragoza, en octubre de 1985.
"La jura de bandera del príncipe se ha organizado de esta forma para poder acomodar el ritmo de estudios militares programados para don Felipe al calendario de las promociones que ya se encuentran en la academia. Ayer concluyó el primer período de formación militar que don Felipe ha cursado junto a los caballeros aspirantes de la 45.ª promoción de la academia. Pero, por decreto de 1 de agosto pasado, el Príncipe ingresó en la academia como caballero cadete, de forma que la próxima semana se incorporará al segundo curso de la 44.ª promoción", firmaba Camilo Valdecantos para El País en una las crónicas de la época.
Era el 11 de octubre, pero de hace 38 años. A las 11 horas de mañana de aquella jornada de 1985, el príncipe Felipe juró bandera en la misma academia en la que se encuentra su hija mayor y lo hacía tras concluir la primera fase de su formación en ella. A la ceremonia asistieron, además del Rey y la Reina, las infantas Elena (59) y Cristina (58), sus hermanas mayores; el presidente del Gobierno, Felipe González (81), el del Congreso, el del Senado, el del Tribunal Constitucional y el del Consejo General del Poder Judicial.
Felipe VI en la Academia Militar de Zaragoza.
Felipe de Borbón prestó juramento en el patio de Armas de la Academia, vestido con el uniforme de gala de los caballeros cadetes. Frente a su padre, el príncipe, que tenía por entonces 17 años, los mismos que Leonor, respondió con voz alta y clara a la fórmula leída por el director de la Academia: "Sí, juro". Se espera que la princesa de Asturias pronuncie las dos mismas palabras.
Juan Carlos I, en su discurso, la única figura que habló en aquella mañana, exhortó a su hijo "a servir a España y a los españoles con todas tus fuerzas, con todo tu corazón", pidiéndole a continuación que "no olvides nunca la responsabilidad que contraes con nuestro pueblo".
La princesa Leonor de Borbon durante el acto de recibimiento del sable oficial en la Academia General de Zaragoza
El paso de Felipe y Juan Carlos de Borbón por la Academia General Militar también tiene un lugar de honor en la página web de la AGM. Ahí son tratados como Cadetes Ilustres. "Entre las orlas de las distintas promociones que cuelgan de los pasillos del centro, se encuentran las fotografías de Don Juan Carlos y Don Felipe. Ambos siguieron durante años el estricto régimen formativo de la Academia. Don Juan Carlos recogió su despacho en 1959 y treinta años después hacía lo propio Don Felipe", reza en el site oficial de la AGM.
Del paso de ambos reyes, emérito y reinante, se conservan parte de las habitaciones que ambos ocuparon cuando fueron alumnos. En el caso del entonces Príncipe de España, quien después sería Juan Carlos I, se mantiene una pequeña estancia que está ubicada en la tercera planta del ala sur del histórico edificio. Un lugar que su nieta Leonor, a estas alturas de su estancia allí, sabrá cuál es a la perfección.