El príncipe Jaime de Borbón-Dos Sicilias (31 años) y su esposa, la aristócrata escocesa Lady Charlotte Lindesay-Bethune (31), están viviendo uno de los momentos más emocionantes y dulces de sus vidas tras convertirse en padres por primera vez. La casa de Borbón-Dos Sicilias ha recibido a un nuevo miembro, en esta ocasión a una niña, llamada Francesca Sofía.
A través de un comunicado, la Casa ha facilitado el siguiente texto: "Sus Altezas Reales los duques de Noto tienen la satisfacción de anunciar que el pasado 13 de octubre nació en Londres su primera hija. La recién nacida recibirá el nombre de Francesca Sofía de Borbón-Dos Sicilias. Sus Altezas Reales los duques de Calabria desean, por este motivo, expresar su inmensa alegría ante este feliz acontecimiento".
De este modo, el hijo mayor de los duques de Calabria, Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Sofía Landaluce, y su razón de amor se estrenan en la paternidad. Fue el pasado mes de agosto cuando la pareja anunció la dulce espera. Cabe puntualizar que los Borbón-Dos Sicilias están entroncados con la Familia Real, pues el príncipe Jaime es sobrino del rey Felipe VI (55).
El vínculo de Jaime y la realeza española es muy fuerte y cercano, ya que su abuelo era el príncipe Carlos de Borbón-Dos Sicilias, primo del rey emérito Juan Carlos (85). Sea como fuere, lo que está claro es que los duques de Calabria no caben en sí de felicidad, pues después de siete hijos ha nacido su primera nieta.
Jaime y Charlotte se dieron el 'sí, quiero' en la impresionante Catedral de Monreale, en la provincia de Palermo, en Sicilia.
Tras meses de preparativos, llegó su gran día. La novia hacía su aparición estelar en la avenida principal que da a la entrada de la catedral subida en un carruaje de asientos de terciopelo beige y tirado por caballos blancos. En el momento en que Charlotte aguardaba en el vehículo junto a su padre, sonaban las gaitas, un instrumento ligado a los orígenes escoceses de ella.
Minutos más tarde, -curiosamente después de la novia-, aparecía un elegante coche negro. En su interior estaba Jaime de Borbón-Dos Silicias dispuesto a sellar su amor con su pareja. El príncipe llegaba del brazo de su madre, quien lucía un vestido largo en color rosa empolvado muy favorecedor y una tradicional mantilla negra.
Convertidos ya en marido y mujer, los recién casados saludaron a los curiosos y medios que se agolpaban a la salida del templo. Después, subieron al mismo carruaje que había llevado a la novia, y se dirigieron al Palacio Real de Palermo -antigua propiedad de la familia Dos Sicilias y actualmente Patrimonio de la Humanidad-, donde tuvo lugar la recepción de los invitados y la celebración.
Pese a que en todo momento se aseguró que habría representación de la Familia Real española, lo cierto es que nunca existió material gráfico. La Familia Real hubiera tenido buenas razones para acudir al enlace, ya que el padre del actual monarca es primo hermano del abuelo del novio, el infante don Carlos, fallecido en 2015.
Pero no eran sólo lazos de sangre: entre ellos siempre ha existido una fuerte amistad, criándose prácticamente juntos los Borbón y Grecia con los Calabria. No obstante, Felipe VI y Letizia declinaron la invitación, lo mismo que el rey Juan Carlos.
Si Jaime de Borbón-Dos Sicilias es de buena cuna, su mujer tampoco se queda atrás. Charlotte pertenece a la aristocracia inglesa, ya que es hija del conde de Lindesay, político y miembro de la Cámara de los Lores.
La pareja, ambos de la misma edad, se conoció en Londres, donde residen. Los dos se dedican a las finanzas. Jaime es licenciado en Derecho y tiene un máster en Administración de empresas por el IE. Es, además, director de un fondo de capital de riesgo llamado Plug and Play. Por su parte, Charlotte trabaja en el Citibank.
Los que conocen al duque de Noto hablan de él como una persona discreta, religiosa y muy responsable. Se trata del mayor de los siete hermanos, sacándose una buena diferencia de edad con el segundo, Juan, y con la pequeña, María.