Este martes, 31 de octubre, es una fecha histórica. Para los españoles, para la Casa Real, pero sobre todo, para la princesa Leonor. La heredera al trono alcanza la mayoría de edad y a partir de este momento podrá suceder a su padre, Felipe VI (55), en cualquier momento. En un día trascendental la futura Reina jurará la Constitución ante las Cortes Generales como lo hizo el actual monarca hace casi 38 años, pero en un contexto distinto, tanto en lo político como en lo familiar.
En lo que se refiere a su entorno más cercano, la Princesa de Asturias solo estará acompañada por sus padres y su hermana. No acudirán los Eméritos, a pesar de que ambos estarán en Madrid. El rey Juan Carlos (85) viajará a la capital, pero únicamente para asistir a la celebración posterior y de carácter privado que tendrá lugar en El Pardo. El abuelo paterno de Leonor no ha sido invitado a la ceremonia en el Congreso.
Felipe VI, aquel 30 de enero, sí estuvo arropado por su abuelo paterno, Don Juan de Borbón, conde de Barcelona, quien ocupó un lugar destacado la ceremonia. El Emérito, en cambio, no será testigo en primera persona del gran día de su nieta, a pesar de haber sido jefe de Estado del país durante casi 39 años. Juan Carlos I permanecerá en la sombra y marcando distancia, como ha hecho desde que se marchó a Abu Dabi en 2020.
Este 31 de octubre, el Emérito aterrizará en la capital pero sin intención de pernoctar. Será un viaje exprés de pocas horas que le permitirá reunirse con varios miembros de su familia. El pasado 22 de septiembre, una nota difundida por EFE especificó que el encuentro en El Pardo se llevará a cabo tras la jura de la Constitución y el almuerzo oficial con las autoridades del Estado. Contará con la presencia de los Eméritos, las infantas Elena (59) y Cristina (58), algunos de sus hijos y la familia de la reina Letizia (51).
Juan Carlos tiene previsto pisar suelo español a primera hora de la tarde. Después, se desplazará al Palacio de El Pardo y a la fiesta de cumpleaños. Solo estará en Madrid durante las horas en las que se desarrolle el festejo. Será el único acto en el que el Rey emérito estará con su nieta el día que cumple 18 años.
El mismo panorama se le presenta a la reina Sofía (84). La madre de Felipe VI no irá al juramento de la Constitución de la princesa Leonor en el Congreso ni al almuerzo en el Palacio Real. Su presencia, como la del rey Juan Carlos, se ceñirá a la celebración familiar privada que tendrá lugar al final de la jornada.
La Casa del Rey explicó que al ir Juan Carlos I solo al evento que habrá en el Palacio de El Pardo, consideraban que lo adecuado era hacer lo mismo con la Emérita, según explicaron a EFE fuentes de la Zarzuela. El Emérito, así, sería el 'culpable' involuntario de la ausencia de Sofía en un día tan señalado para Leonor y en el que habría querido estar presente.
Esta decisión, completamente inesperada, se comunicó el pasado 27 de octubre, fecha en la que la Emérita tenía en agenda un compromiso institucional. Ese día, la reina Sofía acudió a un acto en la Universidad Camilo José Cela en el que se rindió homenaje al catedrático Emilio Lora-Troyano. Aparentemente, una ceremonia que se desarrollaría con total normalidad. Fue así, aunque con un matiz. La madre de Felipe VI se emocionó hasta las lágrimas y apenas pudo pronunciar el discurso que tenía preparado.
Un gesto especialmente llamativo, teniendo en cuenta que la Emérita se ha caracterizado por ser una mujer calmada y rara vez se le ha visto llorar en público. Pero esa tarde, en la que se anunciaba su ausencia en la jura de la Constitución de Leonor, la reina Sofía no pudo contener en su emoción.
Antes del encuentro en El Pardo, sin cobertura de los medios por ser de carácter privado, el rey Juan Carlos tiene intención de mantener una conversación con su hijo, Felipe VI. El exmonarca volará a Madrid en un jet privado y volverá este mismo martes, 31 de octubre, al que es su hogar desde 2020, la capital de Emiratos Árabes.