Este miércoles, 6 de diciembre, Pablo Urdangarin (23 años) está de celebración. Fue en el año 2000 cuando la Clínica Teknon de Barcelona le vio nacer. La infanta Cristina (58) e Iñaki Urdangarin (55) daban la bienvenida a su segundo hijo, convirtiéndose así en el cuarto nieto de Juan Carlos I (85) y Sofía (85) y octavo en la línea de sucesión al trono español. 

Ahora, más de dos décadas después, el joven Pablo ya ha forjado su personalidad y se ha convertido en uno de los Borbones más seguidos por la prensa, sobre todo, desde el anuncio en enero de 2022 del divorcio de los ex duques de Palma -que legalmente aún no se ha hecho oficial-, y el estallido del romance de su padre con Ainhoa Armentia (45).

Es bien sabido que el sobrino de Felipe VI (55) ha heredado de su padre el amor y las aptitudes para dedicarse al balonmano. Él vive solo en un piso de Pedralbes -elitista barrio de Barcelona- y se encuentra centrado en su carrera como jugador del BM Granollers -antes en las filas del Fútbol Club Barcelona-. Desde el primer momento, Pablo ha llamado la atención y ha suscitado curiosidad por la naturalidad y cercanía con la que ha atendido a los medios de comunicación incluso en medio del proceso más duro de sus padres.

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Iñaki y Pablo Urdangarin, junto a la familia del mismo. Gtres

Prueba de ello ha sido a la hora de no reparar en mostrar su historia de amor con Johanna Zott, la joven que ha conquistado su corazón y quien copó titulares del papel couché el pasado mes de marzo al darse a conocer su relación y su identidad. Fue en una entrevista con EFE, en junio, cuando el deportista confesó que le gusta "hacer planes con mi novia y su familia", corroborando su relación.

Desde entonces, la hija de una médico y un profesor de una prestigiosa escuela de negocios de Barcelona, a la que Pablo conoció en el colegio francés donde ambos estudiaron, ha intentado no perderse ningún partido de él.

El amor y la distancia

Una de esas veces en las que Johanna se encontraba en las gradas, observando a su novio, fue el pasado 2 de octubre, fecha en la que ambos decidieron no esconderse más y exhibieron su amor. Johanna y su madre celebraron con orgullo el triunfo del joven. Él no dudó en acercarse y darle un apasionado beso delante de su suegra y de todos los allí presentes, incluidas las cámaras que grababan su ardiente reacción, mientras ella le sujetaba la cara con ambas manos.

Pablo Urdangarin y Johanna Zott. Gtres

Así, Pablo encontró en ella su gran amor y una potente admiradora. Han sido muchas las veces que tanto la catalana como los padres de la misma han acudido a sus partidos y se han sentado junto a la infanta, reforzando la unión de ambas familias, y han inmortalizado las victorias del benjamín con sus teléfonos móviles. En algunas ocasiones, también se han desplazado a sus partidos Iñaki Urdangarin e incluso el Emérito.

Sin embargo, fue ese mismo mes de octubre cuando Johanna y Pablo tuvieron que despedirse y seguir con su relación a distancia. Ella puso rumbo a Múnich, Alemania, para estudiar un Erasmus, dejando al Borbón con "el corazón partido", señaló una fuente cercana a la familia a Vanitatis. A ellos les separan más de 1.300 kilómetros.

La infanta Cristina, la madre de Johanna Zott y Pablo Urdangarin. Gtres

La idea de continuar con su formación fuera del país no era algo nuevo. El proyecto ya estaba en marcha desde principios de año, cuando la joven se presentó a las pruebas de alemán para acceder a dicho programa educativo.

La pareja continúa con su romance y desea poder reencontrarse cuanto antes. Está claro que aprovecharán sus días libres para hacer una visita a Alemania y viceversa. "Pablo es quien peor lo pasa porque nota más la ausencia y, además, es que está localmente enamorado de esta chica, se desvive por ella", desvela gente del entorno al medio. Han sido los padres de la jugadora de voleibol quienes han cogido el relevo a su hija y siguen personándose en los partidos de su yerno.

Sus facetas como tiktokers

Aunque Pablo se haya mostrado de lo más cercano y abierto con la prensa, en las redes sociales es distinto. Tanto él como su novia tienen sus perfiles de Instagram cerrados, intentando ser cautos y discretos. Él cuenta con más de 1.000 seguidores y ella con más de 750. En la foto de perfil del primo de Victoria Federica (23) se observa al joven, sin camiseta, mirando a la cámara del móvil y de fondo un bonito paisaje. 

Aunque en TikTok es otra cosa. Ambos tienen sus perfiles abiertos y los comentarios de sus fans en los vídeos que publican se superponen. Son más de 75.000 seguidores y casi 104.000 me gustas de los que puede presumir Pablo con su cuenta, @pablito.urdangito.

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Sus publicaciones datan de 2021, cuando ya se hizo viral por sus dos grabaciones. La primera, reaccionando a un vídeo de un tiktoker, y la segunda, en la que se muestra solo y haciendo gestos con su cara al ritmo de la música. Este último vídeo acumula 1,2 millones de visitas, casi 72.000 me gustas, 2.000 comentarios, 6.000 guardados, y casi 4.400 reenviados. Por aquel entonces, no superaban las 40.000 reproducciones, un ejemplo claro de que su éxito como tiktoker sigue latente.

Johanna, por el momento, no llega a los 500 seguidores, aunque sus dos publicaciones suman más de 100.000 visitas. En una de ellas aparece con una de sus hermanas, Julia Zott, y en otra, con toda su familia. Está fechada a 10 de abril. Tanto la joven como el deportista se siguen mutuamente, lo que demuestra que siguen activos en las redes. Quien sí tiene más followers es Julia, quien roza los 5.000 y tiene decenas de vídeos en su perfil que alcanzan las 390.000 reproducciones.