Carlos III (75 años) ha desatado la polémica tras nombrar al Dr. Michael Dixon (71), un fanático de la homeopatía y los curanderos cristianos, como jefe médico de la Familia Real. Dicha función fue establecida por la reina Isabel II y en el pasado lo desempeñaba un especialista en medicina gastrointestinal, profesor de nefrología y expresidente del Royal College of Physicians. Por ello, la decisión del monarca está generando revuelo entre los académicos.
Según informa el medio local The Sunday Times, el nombramiento de Carlos III parece ir en contra de la tradición de la Corona. Los expertos, aseguran los periódicos británicos, consideran la decisión de Carlos como "preocupante e inapropiada".
Michael Dixon es un gran defensor de la medicina complementaria y por ello su nombramiento ha generado revolución entre los expertos en medicina. La prensa local recuerda que una vez invitó a un curandero cristiano a su consulta para tratar a pacientes con enfermedades crónicas. Entre otras cuestiones, prescribió un arbusto africano llamado garra del diablo para el dolor de hombro, así como hierba de cabra en celo para la impotencia. Ahora, como jefe médico de la Casa Real, tiene la responsabilidad de velar por la salud del Rey y de la Familia Real en general.
Michael Marshall, de The Good Thinking Society, ha explicado a The Guardian que resulta preocupante que el monarca apoye la medicina complementaria: "Antes de que Carlos se convirtiera en Rey, era el patrón de las organizaciones homeopáticas, era un firme defensor de la homeopatía y de hacer retroceder los límites de la ciencia hacia la pseudociencia. Y el argumento era que dejaría de hacer eso una vez que se convirtiera en Rey. Esto parece ser una señal de que no va a hacer eso, de que no va a parar".
Otro de los expertos consultados por el mismo medio inglés comenta que es "bastante preocupante poner a alguien así en un puesto de tan alto nivel". Considera que en el cargo deberían estar "personas que representen a verdaderos expertos en salud".
Desde Palacio, por su parte, defienden al doctor Dixon. "Su postura es que las terapias complementarias pueden coexistir con los tratamientos convencionales, siempre que sean seguras, apropiadas y estén basadas en evidencia. La opinión del Rey sobre las terapias complementarias, la salud integrada y la elección del paciente estaban bien documentadas. En sus propias palabras: 'Tampoco se trata de rechazar las medicinas convencionales en favor de otros tratamientos. El término medicina 'complementaria' significa precisamente lo que dice'", ha comentado un portavoz de Buckingham.
En el pasado, Carlos siempre se mostró como un fiel defensor de las terapias complementarias. En 2006 dijo a la Organización Mundial de la Salud que el gobierno necesitaba "abandonar su mentalidad convencional" cuando se trataba de medicina.
Hace un año, Edzard Ernst, médico académico jubilado y autor del libro Charles, The Alternative Prince también recordó que Carlos III tiene "gran interés en la medicina alternativa" y recurre a ella "tanto como sea posible".
El anterior jefe médico de la Casa Real británica fue Sir Huw Thomas, quien formó parte del equipo que siguió los dos últimos embarazos de Kate Middleton (41), así como los nacimientos de la princesa Charlotte (8) y el príncipe Louis (5).